El 65% de la población andaluza considera que la migración enriquece la vida cultural de Andalucía y favorece su diversidad, según el barómetro de 2017 del Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones (OPAM), dependiente de la Consejería de Justicia e Interior. Lo que demuestra que aún hay un 35% de personas que consideran que los migrantes son contraproducentes. Un 35% racista en sí.
El estudio, en su séptima edición de Opiniones y Actitudes de la Población Andaluza ante la Inmigración, realizado entre abril y mayo de este año con una encuesta a 2.475 personas, refleja una recuperación de la valoración positiva de la aportación de los inmigrantes a esta comunidad. Así, más de la mitad de los encuestados, el 53%, señala estar de acuerdo con la afirmación de que los migrantes hacen una importante contribución al desarrollo económico de Andalucía. El racismo económico sigue siendo, pese a los datos positivos, bastante alto, extendiéndose hasta el 47%.
En cuanto a la participación social y política de la población extranjera, el barómetro del OPAM de este año revela que el 64% de los andaluces está a favor de que los inmigrantes tengan derecho al voto y tres cuartas partes de los encuestados, el 75,3%, apoya que obtengan la nacionalidad española, mientras que el 71,7% es favorable a que puedan traer su familia a España.
En términos generales, el barómetro confirma un cambio de tendencia en la valoración global del hecho migratorio que tiene la población andaluza, de forma que la proporción de personas que perciben la migración como positiva, el 44%, supera en seis puntos porcentuales a la que piensa que es negativa
Así, de manera global, este estudio da cuenta de una población andaluza que, en general, acepta y valora a la migración, cuya imagen mejora notablemente respecto al periodo previo y agudo de crisis económica; que tiene una visión utilitarista de su aportación al mercado laboral, acepta la diversidad cultural, pero opta mayoritariamente por un modelo de integración de asimilación; que le reconoce sus derechos sociales y políticos siempre y cuando esté garantizada su situación de regularidad de la estancia en nuestro país, y que pide a los poderes públicos que regulen los flujos de migración.
No obstante, en el barómetro se encuentran diversos perfiles de actitudes, determinados fundamentalmente por la posición ideológica, el nivel de estudios y la edad, siendo significativa la brecha generacional entre las personas mayores, que manifiestan actitudes más reacias e inflexibles ante la inmigración, y las más jóvenes, que se desmarcan con actitudes más abiertas, tolerantes y críticas frente a las actuales políticas de migración.
El objetivo de este estudio es conocer la opinión de la población andaluza ante el hecho migratorio en sus distintas facetas y establecer la relación de esas actitudes con los perfiles sociodemográficos, edad, nivel de estudios, situación socioeconómica, ideología, lugar de residencia, tamaño del municipio y relación con la comunidad inmigrante. Así, desde las instituciones se podrían prever conflictos y políticas públicas para conseguir la integración de la población migrante.
En el barómetro del OPAM se analiza, fundamentalmente, la valoración general del hecho migratorio, los flujos migratorios y su regulación, la participación social y política, y el trato y relaciones entre población andaluza y extranjera.