Nadie podía imaginar que, aquel chaval que iba a ser defenestrado por Gaspar Zarrías por su mala labor al frente de Inturjóven, llegaría tan alto. De pelear mano a mano junto a Susana Díaz para hacerse con el control del PSOE sevillano a poderoso financiero y, ahora, presidente de la Fundación Cajasol. De asesor del consejero de Educación, Antonio Pascual Acosta, a promotor de cenas exclusivas de la presidenta andaluza con las gentes del dinero en España. De apparatchik socialista a comer privadamente con el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Nadie podía esperar una ascensión tan meteórica como la de Antonio Pulido desde sus tiempos de estudiante de Economía.
Mas es una vida que se ha visto salpicada, con demasiada frecuencia por el escándalo o, al menos, por las malas noticias. Se encuentra imputado/investigado por el caso Banca Cívica que lleva el juez Velasco en la Audiencia Nacional. Pese a haber sido cerrado en dos ocasiones, por ser las operaciones correctas según los informes técnicos, persiste la imputación a causa de haberse procedido a la reapertura por posible falsedad en operaciones relativas a Caja Navarra (unas plusvalías inmobiliarias contables que pasaron en un año de 773 millones a 1.330 millones de euros). Se entiende que él no estaría implicado en ellas, pero ni el juez, ni la Fiscalía han retirado la acusación contra su persona. A pesar de esta imputación, sigue en su puesto actual de presidente de la Fundación Cajasol. Una de las más potentes de Andalucía al contar con un presupuesto anual de 20 millones de euros que el presidente sabe utilizar de forma conveniente a sus intereses políticos y personales.
Recientemente hubo una polémica en el pleno del Parlamento andaluz debido a que se había autorizado un incremento salarial para Pulido hasta los 200.000 euros anuales. Cobrará un 15% más que la persona con mayor salario dentro de la Fundación. Al ser parte del Patronato la Junta, las recriminaciones por parte de la oposición fueron notables. En especial Juan Manuel Moreno Bonilla y Teresa Rodríguez, aunque al final sigue con su sueldo. Es el último cargo que le queda después de un largo periplo por diversas instituciones financieras.
Presidente de El Monte y fusión con Banca Cívica
Comenzó su carrera financiera en la caja El Monte (2006) después de que, por continuas discrepancias con Manuel Chaves y Magdalena Álvarez, saliesen de la entidad financiera Bueno Lidón e Isidoro Beneroso. Justo en ese momento, y gracias al apoyo de otro de los grandes popes del socialismo andaluz José Antonio Viera, es nombrado presidente de la entidad junto a Mario Jiménez, como número dos, Rafael Velasco y, uno de los hombres de Javier Arenas, Ricardo Tarno (actual diputado nacional por Sevilla y anterior alcalde de Mairena de Aljarafe). Con Pulido en la presidencia se logra la fusión de las dos cajas sevillanas que culminan en la formación de Cajasol a las que se sumaría Caja Guadalajara.
Manuel Chaves deseaba que todas las cajas andaluzas se fusionasen en una sola entidad financiera, incluso contaba con el visto bueno del Banco de España. Sin embargo, Braulio Medel, presidente de Unicaja, no desea la fusión porque su entidad no estaba muy expuesta al ladrillo y para mantener su poder personal. Esas dudas y dificultades son aprovechadas por Pulido para, a espaldas de la Junta, iniciar la fusión de Cajasol con Banca Cívica. Se unía a Caja Navarra, Caja Canarias y Caja Burgos en una operación que es aprobada por el organismo regulador. De esta forma coge vuelo en solitario de los prebostes de la Junta e inicia un camino independiente.
Un camino hacia las alturas financieras y espirituales
Ya como copresidente de Banca Cívica comienza Pulido una actividad frenética en el mundo financiero, empresarial y social. Utiliza la sede de Cajasol frente a la Catedral de Sevilla como lugar de reunión de la gente importante sevillana en la Semana Santa. Apoya a unos y otros con numerosos patrocinios y pese a haberse desligado de los sectores inmobiliarios comienza una fructífera carrera junto a un gran amigo Rafael González Cobos del Grupo Inmobiliario Ferrocarril (GIF). Una relación que, de nuevo, le traerá estar “en los papeles”. Ya resultó sorprendente que Cajasol/Banca Cívica entras en el accionariado de GIF cuando se había deshecho de las participaciones y/o inversiones inmobiliarias. Pero más sorprendente resultó que él mismo estuviese implicado en una supuesta compra/venta fraudulenta de dos inmuebles de su propiedad junto a GIF.
De tener una modesta casa de clase media, en el transcurso de los años pasa a tener un ático en uno de los barrios más caros de Sevilla y a poseer un chalet en la Urbanización Porto Carreño de Aguadulce, en Roquetas de Mar. Lugar donde veranea y disfruta de la compañía de otro gran amigo, el empresario José Luis Carrión, Quien es socio en muchas de las participadas de Cajasol y le pone en contacto con mandamases como Gabriel Amat. Quien, por cierto, vienen obteniendo jugosas contribuciones por parte de la Fundación Cajasol que preside Pulido. Y eso pese a ser ambos de distintos partidos, PP y PSOE.
Porque Pulido nunca ha dejado su militancia socialista, ni la compañía de su gran amiga Susana Díaz. Pulido fue uno de los pocos elegidos que estuvo presente en el bautizo del hijo de Díaz y le cede, dicen los mentideros sevillanos, su ático para las diversas reuniones que mantiene la dirigente sevillana con altas personalidades del mundo empresarial y político español. De hecho piensa que en algún momento él la seguirá a Madrid cuando Díaz alcance, si lo logra, La Moncloa.
Pero las amistades también las tiene con personas del Partido Popular como Juan Ignacio Zoido. Y eso que la relación comenzó de forma traumática por culpa de la Torre Pelli. En una de las últimas operaciones inmobiliarias de Cajasol y para ayudar a dar un uso concreto a todo lo que fue el parque de la Expo’92, Pulido concretó un convenio con el Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por Alfredo Sánchez Monteseirín, por el cual se construiría una torre de 37 plantas en esos terrenos. La polémica estuvo servida desde el primer momento porque Zoido, en plena campaña electoral, acusaba al ex-alcalde y al financiero de haber realizado un convenio irregular y que dañaba la imagen de Sevilla. La UNESCO pidió, incluso, la paralización de su construcción por tener “un impacto excesivo e indudablemente negativo” en la imagen sevillana. Demasiado cerca de los monumentos artísticos sevillanos.
Se temía Zoido que la UNESCO les podría quitar el rango de ciudad patrimonio de la humanidad por semejante construcción. Pero no hay nada que los patrocinios y unas cuantas cenas y copas no puedan arreglar. Al final el actual ministro acabó incluso defendiendo ante la UNESCO la necesidad y oportunidad de la Torre sevillana. Del enfrentamiento a una cordial amistad. Porque, pese a ser socialista, Pulido corteja y se deja cortejar por dirigentes de uno u otros partidos. Con una vida bien resuelta en lo económico (hay que recordar que Caixabank le dio un finiquito de 1,48 millones de euros) y numerosos contactos políticos y financieros, Pulido se puede entregar a la obra social desde la Fundación. Y a la defensa de su amiga Susana Díaz mediante la publicidad en medios de comunicación y favores empresariales debidos.