CCOO de Industria reclama al Gobierno que cree una comisión de la que formen parte los ministerios de Agricultura, Empleo y Seguridad Social y las organizaciones sindicales. Juntos deben evaluar las consecuencias de la sequía, que ya afecta a importantes zonas del país y que se extenderá a otras producciones agrarias si la situación no mejora, lo que provocará la pérdida de un elevado número de jornales.
Según el sindicato, no se puede permitir por más tiempo que se analicen los problemas del campo (sequía, catástrofes naturales, pedrisco, heladas, inundaciones, crisis alimentarias y políticas agrarias) sin tener en cuenta la situación de los 813.972 asalariados agrícolas por cuenta ajena que hay en el conjunto del Estado. Estos trabajadores son el eslabón más débil y perjudicado de la cadena agroalimentaria y quienes hacen posible que los productos lleguen a los consumidores.
Por esta razón CCOO exige la actuación urgente de los ministerios de Agricultura y Empleo y Seguridad Social y la implicación de los gobiernos de las Comunidades Autónomas afectadas. Para CCOO es importante que en el análisis de los efectos devastadores de la sequía se tengan en cuenta las importantes pérdidas de empleo que la situación meteorológica generará en sectores productivos que generan un considerable número de jornales directos. Su pérdida provocará una situación insostenible.
CCOO advierte de que el campo se encuentra ante un grave problema social y que, si se mantienen en el tiempo las altas temperaturas, la escasez de lluvias y la limitación de riegos por la escasez de agua en los embalses, se verán afectados cultivos leñosos que generan mucho empleo (cítricos, olivar, viñedo, remolacha, tomate y algodón).
A finales de abril, la sequía afectaba a amplias zonas de Castilla y León, Aragón, La Rioja, Comunidad Valenciana, Andalucía, Extremadura y Murcia y se había producido una reducción muy importante de jornadas en las campañas de recogida de cítricos, melocotón y aceituna (verdeo y molino).
Si la sequía se prolonga, sus efectos afectarán a la próxima campaña de la aceituna, ya que las altas temperaturas coinciden con la floración del olivar. Esta situación afectará a la cosecha de la aceituna de mesa de 2017 y a la campaña 2 017-2018 de la aceituna para la producción de aceite de oliva. Dos campañas que aportan un considerable número de empleos para los trabajadores agrarios en las Comunidades Autónomas donde se asienta el olivar.