La Comisión Europea decidió que Málaga, por su propia idiosincrasia, podía ser la receptora del Programa de Cooperación Urbana Internacional que se está llevando a cabo estos días en la capital malacitana. Los representantes de las ciudades de Zhengzhou y Changchun, más responsables del gobierno (Partido Comunista Chino) y dirigentes de empresas del país asiático han llegado a Málaga a hacer negocio y colaborar en materia de aumento de la calidad de vida en las ciudades.
Zhengzhou es la capital de la provincia de Henan al este del país y cerca del Huang He. Cuenta con una población de más de 9 millones de habitantes, donde cerca de cuatro millones se dedican a la agricultura (manzana, tabaco, algodón y trigo) y el desarrollo industrial de la zona está influenciado por esa agricultura. Changchun, por su parte, es la capital de la provincia de Jilin, al noreste de China y cerca de Rusia, que tiene una población superior a los 7 millones de habitantes. El principal motor económico de la ciudad es el automovilístico y sus desarrollos tecnológicos.
El Clúster Andalucía Smart City se encarga de la coordinación más puramente mercantil al unir a empresarios malagueños y chinos para desarrollar una cooperación internacional. Pero lo importante es la estrategia de fondo de la Unión Europea de utilizar la cooperación urbana como mecanismo de relaciones exteriores. Se quiere, mediante estos acuerdos UE-China (y otros por el estilo) fomentar las sostenibilidad de las ciudades y la acción subnacional.
Zhengzhou y Málaga, siguiendo la línea trazada por los poderes superiores, firmarán un Memorándum de Entendimiento que contará con cooperación en desarrollo urbano sostenible, innovación tecnológica, innovación empresarial, innovación financiera, eliminar emisiones de CO2, eficiencia energética, ciudades inteligentes y el intercambio de personas. Dos ciudades que en nada se parecen pero que cooperan juntas.