Gabriel Amat, pese a lo expuesto en la ponencia social de su partido, insiste en no abrir los comedores escolares en julio y agosto para que los menores más desfavorecidos puedan tener una alimentación digna o incluso comer una vez al día. El gobierno de la Junta de Andalucía apoya todas estas iniciativas, pero el alcalde roquetero se olvida de lo social en su propia plaza. Si no hay urbanismo egipcio parece que ya no es interesante, ni necesario. Salvo que crea que en Roquetas no hay pobres en una de sus típicas ensoñaciones municipales.
Los socialistas de Roquetas han solicitado hasta en dos ocasiones esta actuación de marcado carácter social. La última en abril, a través de una moción que no se incluyó como urgente en el orden del día del pleno de ese mes por el voto en contra del Partido Popular, que gobierna en el Ayuntamiento, y la abstención de Ciudadanos y de la concejal tránsfuga. El regidor roquetero vuelve a mostrar “su falta de sensibilidad e interés con las clases más desfavorecidas del municipio y, sobre todo, con los más vulnerables, los menores de edad”, ha reprochado el portavoz del PSOE de Roquetas, Manuel García.
Insiste Amat en que el Ayuntamiento no tiene competencias en la materia, olvidando que los edificios sí son de su competencia y podría abrirlos si así lo desease. Incluso podría aprovechar las ayudas de la Junta. Bien al contrario sí asume competencias que no son suyas pero que sí están relacionadas con urbanismo. Como recuerda García: “el Ayuntamiento está asumiendo con fondos propios obras millonarias que corresponden a otras administraciones, como es el enlace con la A-7 de Aguadulce o las expropiaciones de la carretera de circunvalación de Roquetas”. Son otros beneficios y otros beneficiados, no los menos desfavorecidos.
La necesidad de dar alimento a los menores de edad cuyas familias no se lo pueden procurar de manera habitual ha sido tomada por interés desde el gabinete del Defensor del Pueblo que, recientemente, ha dirigido una carta al Ayuntamiento de Roquetas de Mar para instar al consistorio a abrir dichos comedores y facilitar que los jóvenes puedan comer, al menos una vez, en verano.
El de Roquetas es uno de los 16 municipios andaluces apercibidos por el Defensor del Pueblo en su defensa por los derechos de los menores procedentes de familias en riesgo de exclusión social. Otro Ayuntamiento insolidario es el gobernado por Francisco Góngora, también del PP, y como Amat bajo sospechas de corrupción. El Ejido tampoco se preocupa por los que menos tienen y pasan hambre.
Para los socialistas de Roquetas el Ayuntamiento tiene a su disposición los colegios de titularidad municipal y medios económicos suficientes en la partida de gastos sociales como para hacer frente a esta medida, que consideran humanitaria. Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, en colaboración con la comunidad educativa, serían los encargados de detectar las familias en cuyo seno pueda haber menores que no tengan garantizada las necesidades mínimas alimentarias y que serán los que se beneficien de la medida que pretende impulsar el PSOE roquetero, como expuso Manuel García en la moción que fue rechazada por PP, C´s y la concejal tránsfuga.
Justo un día después de vanagloriarse de los cursos de verano de la UAL, tendría que pensar Amat que sin esos comedores escolares abiertos, algunos roqueteros no tendrán en el futuro la oportunidad de llegar a ellos por no poder comer hoy. Mucha publicidad y mucho urbanismo es lo que distingue a Amat. Lo social desaparece de su agenda con suma facilidad, salvo cuando la iglesia católica está por medio. No vaya a ser que no le absuelvan de sus pecados.