El tan denostado Plan Zapatero, que consistía en nutrir las arcas de Ayuntamientos y Diputaciones de fondos para obras menores, y del que el PP hizo mofa y befa, es ahora calcado en el Plan de subvenciones de la Diputación de Málaga. Ayer se aprobó en la Junta de Gobierno, dirigida por Elías Bendodo, destinar 2.937.809 euros a 35 obras menores y así poder dar empleo temporal a unas 1.300 personas desempleadas. Una fórmula de bajar las cifras de paro, aunque de manera falsa, y apuntarse un tanto político frente a la Junta y los tiburones internos.
Se invertirá en dinero en los municipios de Almargen, Antequera, Archidona, Benamargosa, Benamocarra, Campillos, Cañete la Real, Canillas Aceituno, Canillas de Albaida, Carratraca, Coín, Cuevas del Becerro, Cuevas Bajas, Cuevas de San Marcos, El Burgo, Jimera de Líbar, Júzcar, Parauta, Pizarra, Ronda, Sayalonga, Serrato, Sierra Yeguas, Teba, Torrox, Villanueva de Tapia, Yunquera, en el marco del Plan de Fomento de Empleo Agrario.
Los proyectos impulsados por la Diputación están destinados a equipamientos e instalaciones municipales, pavimentación y acondicionamiento de calles; saneamientos y acerados; limpieza viaria y de instalaciones; y poda de árboles, entre otras actuaciones. Vamos, todos ellos, para generar un empleo digno y fijo.
El presidente de la institución, Elías Bendodo, ha recordado que el Programa de Fomento de Empleo Agrario desarrolla cada año un gran número de proyectos que suponen una consolidación del nivel de inversión en obras y servicios de interés general localizados en el territorio, sobre todo el entorno rural, así como la contratación de personas desempleadas. De hecho, estos 35 proyectos supondrán, tal y como ha informado el presidente, la contratación de 1.317 personas.
El Servicio Público de Empleo Estatal subvenciona los costes salariales y las cotizaciones empresariales, mientras que la Junta de Andalucía y la Diputación subvencionan, mediante la firma de un convenio, la adquisición de materiales para realizar las obras. Por tanto, empleo precario que permite salvar los muebles durante una temporada pero que no supone inversión productiva y de calidad como recuerdan desde la oposición.