El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, apeló ayer jueves en la Asamblea Regional “a la unidad de todos los grupos políticos para trasladar con una única voz que la sequía es un problema global cuya solución definitiva requiere de un acuerdo nacional”, y abogó por “ser pedagógicos en esta tarea”.
López Miras, que compareció a petición propia ante el Parlamento regional en Cartagena, subrayó que “la falta de agua es consecuencia del cambio climático que afecta a todo el mundo, que hoy notamos aquí pero que pronto llegará a otros lugares, por lo que la solución a lo que hoy es un problema de Murcia debe adoptarse de forma global, porque es un problema global”.
“En España son conscientes de que atravesamos una dura sequía y que necesitamos agua, pero se consideran ajenos a esa sequía y a sus consecuencias”, dijo el presidente, quien subrayó que “la solución es que España actúe unida porque no está en juego la supervivencia de Murcia sino de toda la nación” y, esto, “es necesario que se sepa en todo el país”.
Por ello, anunció que iba a exigir un acuerdo nacional en materia de agua como “solución vertebradora, solidaria y de todos”, y abogó por alcanzar, antes de que acabe el verano, y “desde la unidad de quienes representamos a los murcianos, el consenso para que la Región tenga una sola voz y lidere un Pacto Nacional que nos garantice el agua para siempre”.
En defensa de los trasvases
Durante su intervención, el presidente reivindicó los trasvases, “los defiendo y los defenderé siempre”, resaltó. “Son absolutamente necesarios pero solo una pieza en un engranaje mucho mayor”, apostilló, al que hay que sumar otras medidas como la autorización de la compra-venta de agua o la cesión de derechos entre comunidades de regantes a través de un Banco Público de Agua, o las desaladoras, como elemento complementario pero nunca sustitutivo de los trasvases.
Explicó que cada año se vierten al mar 80.000 hectómetros cúbicos de agua, “mientras que en la Región necesitamos 30 para terminar la campaña”, por lo que “hay que adoptar soluciones desde una perspectiva global, que no beneficien a unos a costa de otros”, indicó. “En España hay agua suficiente para cubrir las necesidades de todos pero el problema es que no hay infraestructuras para garantizar su correcto uso”.
“Sólo con actuaciones en infraestructuras en todas las cuencas y con una planificación global podremos dar solución a un problema de todos”, aseguró el presidente, quien apeló a “la solidaridad de los españoles para que el agua que sobra se lleve a donde falta”.
Resaltó que el trasvase Tajo-Segura marca «el presente y futuro de la Región”, que ha garantizado el agua potable a unos 2,5 millones de habitantes, aportando el 65 por ciento de los recursos necesarios, y destacó los beneficios que ha tenido en el Campo de Cartagena, el Valle del Guadalentín o las vegas del Segura, “donde ha florecido una agricultura que atiende las necesidades de los mercados europeos”. Un trasvase que genera unos 100.000 empleos directos y más del doble inducidos, recordó.
Sequía extrema
Entre las medidas de urgencia adoptadas para este mismo verano, López Miras se refirió a la extracción de 30,9 hectómetros cúbicos del sinclinal de Calasparra, seis de los cuales irán al río Segura. Junto a los de la Vega Alta se alcanzarán los 36,4 hectómetros, a los que pueden sumarse 10 más de otros pozos. Los regantes necesitan esos recursos en el menor tiempo posible, por lo que solicitan el adelanto de caudales desde la cuenca que, posteriormente, serán restituidos con el agua de los pozos.
Un agua que se une a la que procede de la desalinizadora de Torrevieja, de donde el Ministerio ha autorizado el suministro de 21 hectómetros cúbicos al Scrats, “una medida excepcional porque lo es la situación y la necesidad de adoptar cuanto antes medidas permanentes y definitivas”.
“Estas medidas son un alivio importante, pero hay que seguir avanzando en la cesión de derechos entre regantes de distintas cuencas” y adoptando medidas como la concesión de 4 millones de los PGE en ayudas para afrontar el pago del agua desalada.
Aseguró que la Región “no quiere quitar nada a nadie ni que se deje de regar en otros sitios para hacerlo aquí”, pero, dijo, “un problema nacional, como éste, debe abordarse con unidad para convencer a otros de cuál es la realidad de esta tierra”.
PSOE: “Vivimos en auténtica alarma”
El portavoz del grupo parlamentario socialista, Rafael González Tovar, manifestó por su parte que “la situación del agua, uno de los recursos más importantes para la Región, es de auténtica alarma”.
González Tovar reprochó al Gobierno regional que “su política hidrológica más que líquida, es gaseosa, en vez de traer agua solo traen humo y mentiras”; y criticó la ausencia de planificación hídrica del PP, que Rajoy pudo llevar a cabo y no hizo, desaprovechando una legislatura con mayoría absoluta. “Solo conocemos parches como los rácanos decretos de sequía, las limitadas ayudas al precio del agua desalada o las exenciones fiscales”.
El portavoz socialista mencionó a los regantes murcianos y dijo que necesitan agua a precios razonables y soluciones estructurales para tener certidumbre, planificar sus cosechas y mantener el liderazgo en los mercados europeos y el 30% de los empleos en la Región.
Hizo alusión a que el diagnóstico del presidente del Sindicato Central de Regantes, Lucas Jiménez, es contundente cuando afirma que “el agua ha sido la gran estafa electoral de los últimos veinte años del PP, que prometieron trasvases y no han cumplido”.
Reprochó que en la reunión del Círculo por el Agua de Murcia, Alicante y Almería, el Ministerio no ofreció nada nuevo con los pozos de sequía, cuya apertura se solicitó el año pasado; “mientras que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ha acabado con la esperanza de las tres provincias del Levante”.
“Solo en una cosa el PP ha dado su brazo a torcer: ahora consideran que el agua de las desaladoras, tan denostada cuando la ministra socialista Cristina Narbona la trajo a la Región, es una parte importante de la solución”.
El portavoz socialista abogó por seguir avanzando y sacar el tema del agua de la confrontación partidista. Para ello, planteó la necesidad de conectar las desalinizadoras, abaratar costes de la desalación con energías renovables, facilitar una normativa de autoconsumo para abaratar la energía para las Comunidades de Regantes, que el PP en Madrid niega; asimismo, propone que se planteen soluciones a zonas como Altiplano y Noroeste, donde no llega actualmente agua, y el uso transparente del agua, combatiendo el mercado negro que perjudica a los pequeños agricultores.
Para el PSOE, uno de los objetivos básicos en este mandato es la consecución de un Pacto Regional del Agua, para consensuar medidas e inversiones que garanticen el riego. “De momento, el Gobierno regional ni ha impuesto el ritmo que merecería una gran prioridad como es el agua, ni ha cumplido medidas aprobadas por esta Cámara en el Debate del Estado de la Región de julio pasado, tampoco ha avanzado en invertir para ahorrar costes ni ha constituido los bancos de agua”.
“El Pacto por el agua no puede ser una mera intención de cara a la galería, y el PP está demostrando que le falta de voluntad política para impulsar soluciones factibles y ejecutables”.
Podemos: “discurso obsoleto”
La diputada regional de Podemos, María Giménez, ha calificado el discurso de López Miras de “obsoleto y ajeno” a la realidad que vive la Región de Murcia.
“Hemos escuchado -ha dicho la diputada- un discurso “muy alejado de lo que nos dice Europa que tenemos que hacer y que apela a un supuesto consenso que ni los propios agricultores comparten. El discurso del PP ya no es el discurso único y oficial del agua. Quien ha vendido a los agricultores es el Partido Popular”.
“Los agricultores se sienten estafados” ha puntualizado María Giménez, por las “continuas promesas incumplidas del Partido Popular. Han permitido que durante más de veinte años se riegue sin planificar a golpe de decreto de sequía”. De ahí, que Giménez haya pedido al presidente López Miras que “abandone el debate estéril sobre buenos y malos, trasvasistas y no trasvasistas, defensores de Murcia y antimurcianos. Nadie en esta Cámara se siente identificado con esa dicotomía, pues no existe”.
Giménez ha subrayado que la sequía “no es una maldición divina. Se necesita planificación y anticipación para prevenir los efectos dramáticos que ocasiona. Además, en un contexto de cambio climático, los riesgos de las sequías seguirán creciendo. Contra la sequía se lucha mirando a largo plazo. Que el año más lluvioso de los últimos 30 años tengamos que aprobar un decreto de Sequía es una muestra evidente del desgobierno hídrico y su mala gestión”. Por ello, como ha aseverado la diputada del Grupo Parlamentario Podemos “ya existe una nueva voz de agricultores que no están de acuerdo con ustedes. El PP ya no les puede tomar el pelo, no pueden seguir presentando la sequía como algo insólito”.