Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, ha anunciado que el Gobierno andaluz ha ofrecido asistencia jurídica a Juana Rivas, la víctima de violencia machista que el pasado miércoles no se presentó al Punto de Encuentro para entregar a sus hijos a su verdugo. Esta asistencia estará orientada para la solicitud del régimen de visitas de los menores.
María José Sánchez Rubio, consejera de Igualdad de la Junta, ha asegurado que «Juana Rivas está pasando por una situación muy difícil y es muy importante que pueda tener todos los instrumentos a su favor».
La consejera además ha hecho mucho hincapié en el sufrimiento y la tensión psicológica que deben estar pasando los hijos de Juana.
Hay que recordar que Juana Rivas Juana Rivas, la mujer víctima de violencia machista a quien, incomprensiblemente, la justicia española obligaba a entregar a sus hijos a su verdugo se halla en paradero desconocido desde el día de ayer tras no cumplir la orden judicial por la que los menores debían regresar a Italia con el maltratador. La entrega debía realizarse a las 16.30 del miércoles en el Punto de Encuentro Familiar de Granada. Juana no compareció.
Para poder arrebatarle a sus hijos sin obstáculos la juez que dictó la providencia había solicitado la presencia en el Punto de Encuentro de los Cuerpos y Seguridad del Estado para que adoptaran las medidas que hicieran falta para garantizar que se cumplía el mandato judicial de quitarle a sus hijos a una víctima de la violencia machista y entregárselos al maltratador.
Por su parte, el abogado del hombre que maltrató a Juana durante años ya ha anunciado en diferentes medios de comunicación que piensa emprender acciones legales contra la madre porque interpretan que se ha producido un secuestro. Las mentes de los maltratadores y de quienes los defienden son tan complicadas que confunden la protección con el secuestro.
En todo el caso de Juana Rivas resulta descorazonador el silencio del Gobierno de Mariano Rajoy quien ayer no dudó en asistir a un acto organizado por el PP en contra de la violencia machista para lavar su imagen después de declarar en la Audiencia Nacional por la corrupción de su partido. También es significativo que Juan Manuel Moreno Bonilla, quien siempre tiene la boca llena con la palabra «ciudadanos andaluces» haya dado la espalda a una ciudadana con su silencio. Esconderse bajo la coletilla del «respeto a las decisiones de la justicia» es un modo de ser cómplice ante una sentencia injusta que premia al maltratador y condena a la víctima.