La Policía Nacional ha detenido en Murcia a cuatro personas acusadas de trata de seres humanos destinadas a matrimonios forzosos, abusos sexuales, abandono de menores y malos tratos en el ámbito familiar.
Los agentes iniciaron la investigación el pasado mes de junio cuando los padres de una menor vendieron a su hija de doce años por 500 euros para que se casara con un joven de 19. La menor sufría malos tratos psicológicos y físicos por parte de la madre porque la niña se negaba a continuar conviviendo con su esposo. Lo único que pretendía era regresar al hogar familiar.
Además, la Policía certificó que el matrimonio que compró a la menor citada ya había vendido a una hija de 11 años por 1.500 euros. Se cree que la niña puede estar en Rumanía en avanzado estado de gestación.
Estos clanes familiares ocultan la compra de las menores como acuerdos de noviazgo y como dote. Así justifican el dinero pagado por comprar a un ser humano. Estos ritos no son legales en nuestro país, ni siquiera en Rumanía ya que en este país la edad para contraer matrimonio y mantener relaciones sexuales está en los 18 años.
Hay otro aspecto más que demuestra la barbaridad de estos ritos. La familia que paga por la menor tiene que rentabilizar su inversión y las obligan a realizar actividades impropias de su edad como mendigar o robar. Se han dado casos en los que, para rentabilizar el dinero pagado por la compra, se las ha llegado a prostituir.