El Plan de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género de la Diputación de Granada tiene como fin ayudar a las mujeres a identificar las características fundamentales de la violencia de género y cómo afrontarla. El programa pretende combatir la violencia machista a través de la prevención, por lo que la finalidad no es aprender a atacar sino a evitar una situación incómoda o peligrosa.
Este programa pretende minimizar los dos aspectos fundamentales en el ejercicio de la violencia machista: la fuerza física y el miedo que paraliza e inhibe a las mujeres, impidiéndoles llevar a cabo una acción lógica como huir o defenderse, según ha explicado Irene Justo, diputada de Igualdad. Estos aprendizajes no tratan de fortalecer físicamente a las mujeres, sino ofrecer las nociones básicas necesarias para hacer frente a una situación de amenaza, aprovechando los puntos vulnerables y la fuerza del agresor. La información y técnicas proporcionadas son contundentes y seguras, con ejercicios sencillos que se recuerdan con facilidad y cuyo objetivo primordial es evitar la agresión y no recibir daños.
Irene Justo ha señalado que el programa consta de una primera parte teórica de formación sobre la violencia machista: qué es, cómo se produce, cuáles son los tipos de malos tratos y las consecuencias en las víctimas y cómo prevenirla. La segunda parte práctica examina posiciones defensivas y de ataque, puntos vitales, pellizcos y presiones. Además, esta última parte contempla trabajos de defensa y actuación en casos concretos, defensa ante amenazas con armas, en espacios reducidos y defensa en el suelo y contra agarres.
Durante 2016 se beneficiaron de este programa 104 mujeres de Granada y se prevé que este año se duplique. Los objetivos son aumentar la autoestima de las mujeres, ayudarlas a descubrir sus capacidades para la autodefensa, prevenir y minimizar el impacto de las agresiones, así como proporcionar información y orientación sobre la violencia machista para erradicar mitos y estereotipos.
Además de trabajar sobre técnicas básicas de autoprotección y autocontrol, los talleres buscan mejorar la autoestima, valorar las situaciones y el riesgo y superar el bloqueo emocional. Tener una estrategia previa ante una posible agresión y conseguir la máxima eficacia en la aplicación de las técnicas de autoprotección entrenadas, son aspectos vitales para minimizar los daños en caso de sufrir una agresión.
Irene Justo ha resaltado, además, la importancia de que las mujeres descubran sus capacidades psicológicas y físicas, practiquen, desarrollen y se sientan capaces de decir no cuando se sientan violentadas.