Miles de personas, especialmente mujeres, se han concentrado en ciudades de toda España para mostrar su apoyo a Juana Rivas. La sorpresa ha venido de la mano de la concentración en Granada, donde la propia madre desaparecida con sus dos hijos achaca su “pesadilla” a “fallos judiciales” que han provocado su actual situación.
Bajo el lema de #LosHijosDeJuanaEnPeligro, miles de mujeres en toda España se concentra en los juzgados en apoyo al Recurso de Amparo presentado ante el Tribunal Constitucional.
En Madrid, delante del Ministerio de Justicia decenas de mujeres han denunciando la falta de justicia que se está cometiendo en este país, entre ellas nuestra directora de políticas de género, igualdad y diversidad, Cristina del Valle, quien ha denunciado, “la falta de justicia que se lleva cometiendo durante muchos años contra todas las mujeres maltratadas”. Cristina del Valle ha recordado como ella, “hace 40 años, junto con mi madre y mis hermanas, huimos de una situación de violencia machista, y teníamos que permanecer escondidas. 40 años después, una mujer, Juana Rivas, tiene que estar escondida con sus hijos, por una justicia que sigue teniendo a las mujeres en la periferia de los derechos”.
Cristina del Valle denuncia que este pais lanza un mensaje muy claro: “las víctimas de violencia de género, son víctimas de segundas. La violencia contra las mujeres sigue siendo una asignatura pendiente de esta sociedad, la primera causa de muerte en mujeres”.
Cristina de Valle, denuncia que se está afirmando que el 90% de los niños asesinados en este país, “lo fueron después de un juez hubiera concedido un régimen de visitas a un maltratador. Creo que deja nítido quiénes son los maltratadores y nunca pueden ser un referente educacional para ningún niño”.
La concentración la ha convocado el movimiento feminista de Madrid, ante la reunión del próximo miércoles de los jueces del Tribunal Constitucional, que decidirán si admiten el Recurso de Amparo interpuesto por el abogado de Juana.
Para la Plataforma 7N este caso es la primera oportunidad que tiene el Gobierno para demostrar que su compromiso con el Pacto de Estado contra la violencia de género, que dedica su punto 4º a intensificar la asistencia y protección de los menores (medidas 139 a 154), es firme y no ha sido papel mojado.
En concreto, las medidas 142 y 143 proponen:
142. – Adoptar las medidas que permitan que la custodia compartida en ningún caso se imponga en casos de violencia de género en los supuestos previstos en el artículo 92.7 del Código Civil, y que no pueda adoptarse, ni siquiera provisionalmente, si está en curso un procedimiento penal por violencia de género y existe orden de protección.
143. – Establecer el carácter imperativo de la suspensión del régimen de visitas en todos los casos en los que el menor hubiera presenciado, sufrido o convivido con manifestaciones de violencia, sin perjuicio de adoptar medidas para impulsar la aplicación de los artículos 65 y 66 de la LO 1/2004.
Durante la concentración celebrada en Madrid, se ha registrado ante el Ministerio de Justicia un escrito reclamando al Ministro Catalá que garantice que jueces y fiscales protejan a menores de sus padres maltratadores.
Una madre desecha y escondida en la casa de cada uno de los habitantes de Maracena en Granada, en defensa de sus hijos. Luchando con todas sus fuerzas por los derechos que la justicia le arrebata.
A pesar de los sinsabores de la justicia, miles de mujeres y hombres han hecho suyo el lema: #JuanaEstáEnMiCasa. Desde que la jueza ordenara su búsqueda y captura, ellas y sus colaboras más directas tratan de lograr que el Constitucional paralice la ejecución de sentencia y le permita quedarse con sus hijos.
Hoy las mujeres luchadoras y combativas han salida a la calle para gritar: todas somos Juana. La mayor parte de colectivos feministas y de igualdad de género de este país han clamado justicia por Juana Rivas por mantenerse junto a sus hijos. O se encuentra una salida legal y digna, o Juana tendrá que entregar a su expareja, a la que acusa de ser un maltratador.
Juana Rivas sigue sin dar señales de vida, permanece escondida con sus hijos de 3 y 11 años, a pesar de la orden de detención que pesa sobre ella dictada por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Granada.
La Guardia Civil y la Policía Nacional a pesar de haber activado el protocolo de búsqueda de Juana Rivas, al recibir la orden de detención, por ahora no la buscan, porque #JuanaEstáEnMiCasa.
La asesora Francisca Granados en declaraciones a Diario 16 ha mostrado su esperanza en que el recurso se resuelva favorablemente a su demanda. Granados, -a su vez directora de Igualdad del ayuntamiento de Maracena, localidad de residencia de Juana Rivas-, ha argumentado que “están trabajando a contrarreloj buscando una salida legal para proteger a los hijos” y sostiene que “la sentencia no está aplicando la ley vigente”.
El juzgado investiga los indicios de un presunto delito de secuestro interparental y retención ilícita de menores al negarse la madre a la restitución de los hijos al padre, Francesco Arcuri. A pesar de estas circunstancias, la asesora de Rivas, Francisca Granados, ha declarado “hago una llamada humanitaria, Juana necesita urgente restablecer su vida”, “los hijos son víctimas en la medida en que su madre es víctima de violencia”. “Juana se está jugando mucho por la incompetencia de las autoridades”, recordando que se trata de una situación de violencia de género.
“No estaríamos en esta situación si Juana hubiera sido protegida desde el inicio”, añade Granados que incide en que “se ha fugado para no entregar a sus hijos a su padre, condenado por maltrato”.
Por su parte, Juana Rivas en una entrevista concedida en mayo a Diario 16, en la concentración de las Mujeres Vela-Luz en Sol, confirmó en relación a su expareja, Francesco Arcuri, “yo estaba deseando escapar, y él se lo olía”, “me escondió a los pasaportes, pero mis hijos averiguó donde estaban”. Alguien que maltrata física y psicológicamente tiene miedo a que la víctima se relacione con otras personas, dijo Rivas, que recuerda “llegó un momento en el que empecé a temer por mi vida, pero a niveles serios de hacerme mis necesidades encima”.
Respecto a sus hijos, Juana Rivas relató en Diario 16 que “a su hijo no lo ha visto ningún grupo de psicólogos especializados para víctimas de violencia de género. Lo ha visto a la ligera un psicólogo de familia”, y argumentó “mis hijos llevan aquí más de un año, han vuelto a la normalidad, están totalmente integrados en un ambiente sano y en una casa nueva”. Rivas manifestó que “no entiendo como la justicia me ha podido recriminar el que se llevara a los hijos, los jueces no han vivido el maltrato y no saben lo que es, les pediría que se acerquen a las personas víctimas de violencia de género”.
Juana relató a Diario 16 el maltrato al que la que se vio sometida en la isla, “El maltrato comenzó al poco tiempo de irme para Italia. Cada vez, más y más fuerte, hasta que llegó un momento en que empecé a temer por mi vida, pero a niveles serios de hacerme mis necesidades encima”, nos comenta sobre su calvario en Carloforte en la isla italiana de Isola di San Pietro, con el maltratador y padre de sus hijos.
“Yo estaba deseando de escapar y él lo se lo olía”, nos cuenta Juana. “Él decía que no nos merecíamos venir a España”, seis meses antes de que Juana llegase a España, le escondió los pasaportes.
La noche antes del viaje, con insultos, voces y gritos, le quita de nuevo los pasaportes. El hijo mayor de Juana de tan solo 11 años, sigue a su padre y consigue saber dónde esconde los pasaportes, “y me dice dónde están. Yo los cojo y me voy al campo. Los escondo en una acequia.
Estamos a la espera de la decisión del Tribunal Constitucional, igual que miles de mujeres, por el derecho del hijo y la hija de Juana Rivas, a las medidas de asistencia y protección.