El Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, junto al Consejero de Presidencia y Fomento de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Pedro Rivera, y otras autoridades han supervisado el simulacro de respuesta ante una gran emergencia que se ha desarrollado esta mañana en Lorca y Mazarrón, coordinado por la Consejería de Presidencia y Fomento y el Tercer Batallón de Intervención de la Unidad Militar de Emergencias y ha contado con la colaboración del Consistorio lorquino. En el mismo han participado cerca de un millar de personas pertenecientes a diversas organizaciones. Se trata de la primera vez en España en la que se activan dos planes de protección civil en su fase 2 de emergencia, que requiere la participación de medios del Estado.
El ejercicio tuvo como objetivo evaluar la capacidad de gestión de las administraciones murcianas ante una gran emergencia. Además, ha servido para continuar la puesta a punto del personal del Tercer Batallón de Intervención de Emergencias (BIEM III) de la UME ante posibles inundaciones, en el inicio del período otoñal de lluvias, así como para mejorar su integración con los organismos competentes en emergencias de la Región.
Para ello, se plantearon dos situaciones. Como consecuencia de un episodio de lluvias generalizadas, se producen graves inundaciones en los municipios de Lorca y Mazarrón, que dan lugar a la activación del Plan de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Plan Inunmur) en su Fase de Emergencia, Situación 1. A continuación, un terremoto de magnitud 5.1 en las inmediaciones de Lorca hace que se active el Plan de Protección Civil ante Riesgo Sísmico (Plan Sismimur) en su Fase de Emergencia, Situación 2, lo que requiere la participación de medios estatales. En consecuencia, se solicita a la Delegación de Gobierno la incorporación de la UME para colaborar en ambas situaciones de emergencia. Finalmente, la persistencia de las lluvias lleva a la Situación 2 del Plan Inunmur.
Se trata, pues, de un escenario que plantea inundaciones en Lorca y Mazarrón, terremoto en Lorca con réplicas posteriores (con grave afectación del hospital ‘Rafael Méndez’), fisura de la presa del embalse de Puentes, grave accidente ferroviario, desplome de una ladera en las inmediaciones de la autovía A-7 a la altura de Lorca y la caída generalizada de servicios esenciales, como agua o energía eléctrica, entre otros.
Ante esta emergencia, los participantes tuvieron que abordar las diferentes situaciones que se les plantean durante el desarrollo del ejercicio, con el objetivo de verificar la capacidad de respuesta de todos los intervinientes ante situaciones límite y la perfecta coordinación entre ellos.
Desarrollo del ejercicio
Las principales actuaciones que se pusieron en práctica fueron la integración de puestos de mando; la evacuación (terrestre y aérea), apoyo y socorro de damnificados y la constitución de albergues provisionales; la búsqueda de personas desaparecidas, tanto en estructuras colapsadas como en escenarios acuáticos; la evaluación de estructuras, apuntalamiento de edificios, restablecimiento de servicios esenciales e infraestructuras, cortes de carreteras y consecuencias medioambientales; y la contención de agua, achique de zonas anegadas y limpieza y extracción de lodos.
Para facilitar la coordinación e interoperabilidad entre los diferentes actores implicados en la gestión de emergencias, se estableció un Puesto de Mando Avanzado (PMA) en el que se integraron representantes de cada uno de los organismos participantes, en total, 72 personas, el más numeroso de cuantos se han establecido en un simulacro de emergencia de nivel 2.
Asimismo, para la dirección de la emergencia, se constituyó un Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) encabezado por el consejero de Presidencia, Pedro Rivera. Ambas estructuras (operativa y de dirección) se ubicaron en las instalaciones del Centro de Emergencias del Ayuntamiento de Lorca.
El objetivo específico de cada organismo participante fue consolidar el nivel de instrucción y el grado de adiestramiento en la gestión de las emergencias, así como comprobar la capacidad de respuesta ante una catástrofe con múltiples escenarios. Además, sirvió para estrechar los lazos de cooperación, cohesión y conocimiento mutuo de todos los participantes, fundamental para afrontar una situación de riesgo de estas características. Las evoluciones del simulacro se pudieron seguir en las redes sociales de Facebook y Twitter a través del hashtag #SimulacroMU17.