Se ha conseguido lo que hace unos meses parecía imposible. Alguien venido de fuera del aparato ha logrado el apoyo mayoritario de los afiliados y dentro de dos semanas será entronizado como nuevo Secretario General del PSRM-PSOE. La gesta de Diego Conesa es histórica, pero hay que reconocer que esto no hubiese sido posible si no viniese precedida de la heroica y casi temeraria carrera de Pedro Sánchez para recuperar el despacho de Ferraz, del que hace un año le echaron considerándole poco menos que un apestado.
Diego Conesa ha ganado el primer asalto. Su discurso pedagógico caló en los afiliados que han optado valientemente por el cambio.
Lo difícil se consigue, decía, y ciertamente se ha conseguido. Y lo imposible se intenta, continuaba diciendo, y ahora es cuando viene la verdadera prueba de fuego. Pedro Sánchez luchaba contra todo un aparato establecido durante años en el poder en Ferraz, y contaba con muy pocos apoyos en el Grupo Parlamentario, y pocos o ninguno de los llamados barones apostaron por él.
Pero en Murcia la cosa ha sido un poco distinta, aunque al inicio, Conesa tuviese en común con Sánchez el rechazo de todo el aparato y de los conspiradores profesionales, no hay que olvidar las piedras que se pusieron en el camino de Conesa al inicio de la carrera. Pero algunos aprendieron pronto, quizás aleccionados por la experiencia de Pedro Sánchez, y al ver que el apoyo de los afiliados hacia la candidatura de Conesa aumentaba día a día, no fueron pocos los que en cuestión de horas pasaron del desprecio más absoluto hacia el alcalde de Alhama y sus propuestas de renovación, a presentarse como sus más fieles apoyos.
Y ahora es cuando viene la verdadera guerra. En pocos días hay que configurar los nuevos órganos de dirección del PSRM-PSOE, en las escasas fechas que faltan para el 6 de octubre habrá todo tipo de movimientos para ocupar un puestecillo o para mantenerse en los cargos.
Si bien es cierto, que al menos públicamente, Conesa no ha hecho componendas ni ha ofrecido puestos ni apaños, lo cierto es que algunos querrán cobrarse el apoyo prestado. Apoyos que todo hay que decirlo, llegaron cuando ya vieron que era segura la victoria, es decir, apostaron a caballo ganador cuando la carrera estaba ya decidida.
Y hablando de caballos, viendo cómo se han desarrollado los acontecimientos en las filas del partido en los últimos meses, uno no puede por menos que acordarse del famoso episodio del «Caballo de Troya» narrado en la Odisea de Homero.
El Caballo de Troya, por si alguien no lo recuerda, fue un artilugio con forma de enorme caballo de madera y que, según este relato, fue usado por los griegos como una estrategia para introducirse en la ciudad fortificada de Troya. Tomado por los troyanos como un signo de su victoria, el caballo fue llevado dentro de los gigantescos muros sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos. Durante la noche, los guerreros salieron del caballo, mataron a los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del ejército griego, lo que provocó la caída de Troya.
Voluntarios para introducirse en el caballo, léase Ejecutiva y Comité Regional, seguro que no faltan. Pero si Diego Conesa logra neutralizar ese caballo habrá conseguido lo imposible, y aunque el camino es largo y seguro que piedras en el camino y palos en la ruedas no faltarán, es muy posible que se cumpla lo que dijo hace unos días el ex presidente Carlos Collado: «este tío nos lleva al Gobierno».
Pero en caso contrario, como el de Alhama y su equipo sucumban a los cantos de sirena que estos días se hacen oír con fuerza y dejen entrar al Caballo de Troya, el esfuerzo realizado en estos meses habrá sido en vano y pronto se desvanecerá toda la ilusión que cientos de socialistas múrcianos han puesto en Diego Conesa y en el proyecto que él representa.