“Hombre de valores. Honesto, leal, discreto, y trabajador incansable. Heredero de una estirpe de ganaderos que dan nombre a una de las yeguadas más importantes de nuestro país”. Con estas palabras ha descrito el prestigioso fotógrafo ecuestre Rafael Lemos al ganadero Jaime Guardiola Domínguez que ha recibido el homenaje de la Feria del Caballo de Lorca.
Ante un auditorio de 1.500 personas, Guardiola ha agradecido el homenaje tras recoger la placa conmemorativa que la ha entregado el Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil Jódar. “En esta noche, y en esta ciudad, rendida durante una semana al sector ecuestre, damos un merecido homenaje a este ganadero impulsor de la Pura Raza Española, criador de campeones y defensor de la funcionalidad”.
Por todo ello y porque este ganadero “entiende que no hay mayor trofeo que la pasión que siente por lo que hace, FERICAB y la ciudad de Lorca reconocen hoy su trayectoria personal y profesional”.
La “Yeguada Guardiola” es el resultado de una antigua tradición familiar que tuvo su centro en la ciudad de Utrera (Sevilla). Sus orígenes se remontan a 1690. En ese año, en la partición de bienes familiares se mencionan “Treinta y cinco yeguas de collera, trece potros y potrancas que van para dos años, el caballo que sirve de padre y los caballos del conocedor, el desbravador y el yegüerizo”.
En 1778, José Jiménez-Pajarero y Arias de Saavedra -biznieto del anterior- dona a su hija Isabel Jiménez-Pajarero y Ramírez de León, diez y nueve cabezas de ganado yeguar de su ganadería. En la segunda mitad del siglo XIX, fue Juan de los Ríos y Mateos, esposo de Consolación Jiménez-Pajarero y Ferreras-Villamisar -ambos tatarabuelos de los propietarios actuales- el que dio un empuje decisivo a la yeguada que su esposa heredó de su familia. En el libro “Diccionario Hípico y del Sport”, escrito en 1881, Federico Huesca, autoridad en la materia, afirma que “La ganadería de Juan de los Ríos merece singular atención, pues, además de ser una de las más numerosas de Andalucía, reúne a la fortaleza y agilidad del caballo de guerra, la elegancia del de silla…”.
Al fallecimiento de Juan de los Ríos en 1901, una parte importante de su yeguada -de ascendencia cartujana- fue a manos de su nieta, Consolación Fantoni de los Ríos, Condesa de Jimera de Líbar, esposa de Salvador Guardiola Sunyer, quien tenía en su cortijo “Pinganillo”, una media de sesenta yeguas de vientre, cuyos productos se destinaban en gran parte, a faenas agrícolas. Su hijo, Salvador Guardiola Fantoni, continuador de esta afición, adquirió en 1943 un lote de yeguas a Roberto Osborne, que junto a las que ya tenía, se convirtieron en la base de su ganadería.
Muy pronto adquirió renombre la yeguada de Salvador Guardiola Fantoni, consiguiendo varios premios en las Exposiciones de Ganado Selecto, celebradas durante la Feria de Abril de Sevilla en los años 1944 y 1945, obteniendo también otros muchos trofeos hasta su muerte. Su hijo Jaime –que ya en vida de su padre compartía con él la dirección de la yeguada- se hizo cargo de la misma, auxiliado por su hermano Luis, y teniendo muy presente las directrices que marcaron en su momento, tanto su padre como su hermano Salvador -rejoneador fallecido trágicamente en una corrida celebrada en Palma de Mallorca en 1960- respecto a la selección y crianza del caballo de Pura Raza Española. Desde entonces, la ganadería ha ido siempre en ascenso, consiguiendo innumerables premios, vendiendo sementales, yeguas y potros a toda España y exportándose a gran cantidad de países.