La infrafinanciación obliga a la Comunitat Valenciana a realizar el cuarto mayor esfuerzo económico y presupuestario de todas las autonomías en educación, con el fin de mantener un gasto por alumno cercano a la media autonómica. En concreto, el gasto por alumno en la Comunitat es de 4.494 euros, un nivel próximo, aunque por debajo, a la media del conjunto de las comunidades, que es de 4.691 euros.
Pese a que la Comunitat Valenciana hace en Educación un esfuerzo financiero superior al de la mayoría de las comunidades (destina el 28,2% de sus ingresos no financieros a servicios educativos), la infrafinanciación que padece determina que los recursos con que cuentan los alumnos valencianos no alcancen la media por alumno de las comunidades.
Estas son algunas de las conclusiones que se extraen del primer número de Papers de Finançament, una serie de documentos técnicos y de análisis, fruto de la colaboración de la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), cuyo objetivo es promover el conocimiento de las repercusiones para la Comunitat Valenciana de la distribución de recursos derivada del actual sistema de financiación.
Cuestiona la igualdad de oportunidades y la solidaridad
Este primer estudio revela cómo el sistema de financiación resulta fundamental para la sostenibilidad del estado del bienestar porque los servicios públicos fundamentales, como es el caso de la Educación, se ven gravemente afectados en el caso de la Comunitat Valenciana por la insuficiencia de recursos del modelo. Además, el estudio deja en evidencia las grandes diferencias entre las regiones en cuanto al nivel de gasto educativo por alumno, lo que «cuestiona la igualdad de oportunidades en el acceso de los jóvenes residentes en cada comunidad a los servicios educativos y arroja dudas sobre la solidaridad interterritorial existente en España».
El documento recuerda que, tal como recoge el Informe del Comité de Expertos para la Reforma de la Financiación Autonómica, el actual modelo de financiación no proporciona recursos suficientes a las comunidades autónomas para cubrir el gasto en servicios públicos fundamentales. De hecho, según el citado informe, la suma de todos los recursos que el sistema actual aporta para servicios públicos fundamentales no cubre el gasto efectivo, y se estima que la brecha es de 13.343 millones de euros (tomando como base el ejercicio 2015, último ejercicio con datos comparables).
El análisis de la conselleria y el IVIE certifica cómo las comunidades que cuentan con recursos del sistema de financiación autonómica por habitante ajustado superiores a la media realizan un gasto en educación también superior a la media. Sin embargo, hay autonomías infrafinanciadas que se acercan o alcanzan la media de gasto por alumno «mediante un mayor esfuerzo», subraya el documento, como es el caso de la Comunitat Valenciana, Andalucía y Murcia.
De este modo, no es el esfuerzo financiero que realizan las comunidades sino la financiación de la que disponen la que, en términos generales, determina la inversión por alumno. «Las comunidades que gastan más por alumno no sobresalen en esfuerzo financiero», constata el análisis. De hecho, la Comunitat Valenciana solo está superada en esfuerzo inversor en Educación por Murcia, Andalucía y País Vasco. Eso le permite situarse en valores cercanos a la media con el fin de minimizar las consecuencias de la infrafinanciación en la formación de los jóvenes valencianos en condiciones similares a las del conjunto del país. De este modo, la Comunitat se encuentra 4,2 puntos por debajo de la media de las comunidades autónomas, si bien está a más de 15 puntos de algunas de las mejor dotadas por el sistema de financiación de régimen común (Asturias, Galicia y Cantabria) y a una distancia muy superior (34 puntos porcentuales) del País Vasco.
Según el documento, el esfuerzo en Educación de la Comunitat Valenciana «resulta mayor, no por gastar más», sino porque se ve obligada a destinar más recursos propios a este ámbito, dado que «sus ingresos no financieros son menores, como consecuencia del maltrato que recibe del sistema de financiación», señala el análisis.
1.800 euros menos de media por alumno que el País Vasco
El documento también repasa la evolución del gasto educativo en la Comunitat Valenciana en centros públicos y concertados entre 2003 y 2015, que incluye una fase de crecimiento hasta 2009 y otra de ajuste, para recalcar que «en 2015 el gasto en Educación de la Comunitat Valenciana, en euros constantes, fue el mismo que en 2003». De este modo, el nivel de gasto por alumno matriculado de la Comunitat «se ha mantenido próximo a la media de las comunidades autónomas de régimen común, pero ha perdido la ligera ventaja que poseía al principio del periodo. Su distancia con las forales era y es sustancial: unos 1.800 euros menos por alumno de media en el periodo considerado».
«Gracias al mayor esfuerzo financiero realizado por la Generalitat, destinando un porcentaje más elevado de sus recursos a la educación, el acceso de los jóvenes valencianos a los servicios educativos está próximo a la media. Pese a ello, está alejado de las oportunidades que disfrutan los ciudadanos que residen en las comunidades que cuentan con más recursos de los sistemas de financiación, común o foral», concluye de forma demoledora el informe de la conselleria y del IVIE.
La secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación, María José Mira, ha destacado que «si a pesar del esfuerzo que llevamos a cabo siendo una de las comunidades que más recursos propios aporta al sistema educativo, estamos por debajo de la media en gasto en educación por alumno, algo falla. Y lo que falla una vez más, a favor del Estado y en contra de los cinco millones de españoles que vivimos en la Comunitat Valenciana, es el sistema de financiación autonómico».
«Me niego a aceptar que nuestros hijos e hijas tengan menos oportunidades educativas que los hijos e hijas de otros españoles por el simple hecho de haber nacido en otra comunidad. Que la calidad de nuestro sistema educativo sea referente y que el Gobierno no nos permita ser más competitivos por culpa de un sistema de financiación injusto no es de recibo. Tienen que darnos lo que nos corresponde, ni más ni menos», ha concluido.