Sin sorpresas. Tal y como se esperaba, la carta de Carles Puigdemont a Rajoy pide diálogo y evita definir el sí o el no a la independencia.
El proceso soberanista catalán sigue así en espera y con la intención de los independentistas de ganar tiempo. Puigdemont así no rompe con la CUP o con el Gobierno de España.El president de la Generalitat, Carles Puigdemont ha evitado responder de forma clara y sencilla el requerimiento enviado por burofax por el jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, en que le reclamaba aclarar si hubo o no declaración de independencia. En su contestación, difundida antes de finalizar el plazo otorgado que expiraba a las 10:00 de la mañana de este lunes, el presidente catalán vuelve a ofrecer diálogo a través de una mediación, buscando incluso una plática directa con el presidente Rajoy.
La carta llegó por Burofax
A pesar de la reiteración de la propuesta ya lanzada en su discurso en el Parlament, que pretende una relación de igual a igual con el Estado, Puigdemont propone una reunión urgente con Rajoy y que “las instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas” que pidieron que suspendieran los resultados del referéndum tengan la oportunidad de explorar el camino de la negociación. Y es que “la prioridad de mi gobierno es buscar con toda la intensidad la vía del diálogo”, asegura.
En la carta se pone en valor los resultados del referéndum del 1-O, de las últimas elecciones al Parlament de Cataluña, y de las encuestas que señalan que “el 80% de los ciudadanos viene manifestando reiteradamente la voluntad de decidir su futuro político en un referéndum acordado”. Por eso, aconseja a Rajoy que “aceptar la realidad es el camino para resolver los problemas”.
En la misiva, Puigdemont se muestra sorprendido por la carta de Rajoy porque esta venía precedida del planteamiento, justo un día antes en el Parlament, de la “oferta sincera de diálogo”, algo que no hizo “como una muestra de debilidad”, asegura, sino como “una propuesta honesta de encontrar una solución a la relación entre el Estado español y Catalunya”.
Por eso, Puigdemont lanza dos “peticiones”, por un lado “que se revierta la represión contra el pueblo y el Gobierno de Cataluña”, y la segunda, que “concretemos lo antes posible una reunión que nos permita explorar los primeros acuerdos”. El presidente catalán concluye que “reconociendo el problema y mirándolo de cara, estoy seguro de que encontraremos la solución”.