El mercado de trabajo español está enfermo. Muchos podrían pensar que un país que en tasa interanual ha «creado» más de 200.000 empleos tiene unos datos positivos. Sin embargo, esos números globales son la antítesis de la realidad que las propias cifras oficiales reflejan. Lo que queda claro es que España no crea empleo sino puestos de trabajo, que son dos cosas totalmente diferentes. Sin embargo, al gobierno sólo le interesan los segundos puesto que son los que pueden reflejar en las estadísticas y generar argumentarios positivos cuando, en realidad, lo que se demuestra en esas cifras, al igual que en las del paro registrado, es que nuestro mercado de trabajo está cada vez más enfermo porque se está cronificando la precariedad tanto en lo referente a salarios como a condiciones laborales. Esta precariedad está teniendo un efecto muy negativo: la cronificación de la pobreza y el aumento de la desigualdad entre los que más tienen y los que menos.
El sindicato CCOO hace la siguiente valoración de estos datos:
CCOO advierte de que la devaluación salarial y la precarización de las condiciones de trabajo promovidas por las últimas reformas laborales, fomentan una recuperación desigualmente repartida y un modelo de crecimiento asentado en actividades poco productivas, que basan su negocio en el uso excesivo de la precariedad y la temporalidad.
Los principales rasgos de la evolución de la coyuntura laboral en este tercer trimestre son:
Aumenta la temporalidad: El 70% del empleo creado en el tercer trimestre es temporal.
Los niveles de pobreza siguen siendo muy elevados pese a haber mejorado: la desigualdad y la pobreza aumentaron durante la recesión y todavía se sitúan en niveles muy superiores a los que existían antes de la crisis; la brecha salarial entre la población que más gana y la que menos está disparada.
El empleo que se crea es a jornada completa, pero el tiempo parcial sigue siendo involuntario: la jornada parcial sigue siendo en gran parte involuntaria para las trabajadoras y trabajadores que se ven mayoritariamente obligados a aceptarla ante la imposibilidad de encontrar un trabajo a tiempo completo.
Crece la ocupación y supera los 19 millones de personas: el ritmo de crecimiento anual del empleo (2,8%) es similar al del segundo trimestre y revierte la desaceleración observada en trimestres anteriores. En términos anuales, el aumento del empleo se localiza sobre todo en el sector privado (463.500) aunque también aumenta en el sector público (58.200), y se concentra más en los hombres que en las mujeres.
Baja el paro: El desempleo se reduce en 182.600 personas (-4,7%) entre trimestres y se sitúa en 3.731.700 personas, aunque en términos desestacionalizados la bajada trimestral es solo del -2,3%. La rebaja del paro es considerable debido al efecto de la temporada estival.
El mercado de trabajo modera su descenso: en el último año hay 67.400 personas activas menos, aunque gracias a la temporada de verano, la población activa aumenta en 53.300 personas en el tercer trimestre con respecto al anterior.
Por su parte, el Partido Socialista, a través del Secretario de Empleo Toni Ferrer, que valoró los datos de la EPA referidos al tercer trimestre del año asegurando que “aunque la reducción del desempleo es un buen dato, la precariedad y la temporalidad, consecuencias directas de la reforma laboral del PP en 2012, son los males endémicos asociados al modelo laboral del PP, y vamos a seguir viendo sus efectos en la EPA mientras no se derogue esa reforma laboral”.
“Los socialistas queremos terminar con el uso indiscriminado de la contratación temporal, que sigue siendo de 9 de cada 10 contratos firmados, y para ello apostamos por reformar la causalidad, penalizar los abusos que se vienen realizando, incrementar los recursos de la inspección, equiparar los derechos de los temporales y los indefinidos como se está planteando en el ámbito europeo y limitar adecuadamente la concatenación, propuestas que van en una línea muy diferente de la que quiere el Gobierno”, ha asegurado Ferrer.
Según el dirigente socialista, “aunque la EPA arroje un resultado positivo en la generación de empleo, la situación dista mucho de ser aceptable: el número de ocupados aún debe aumentar para alcanzar los niveles previos a la crisis, hay casi 1,2 millones de hogares con todos sus miembros en paro, la cobertura del sistema de protección por desempleo sigue sin reponerse a los niveles previos a la crisis y el desempleo juvenil continúa en cifras inasumibles (la EPA refleja que el paro ha aumentado entre los 16 y los 19 años y que la ocupación ha descendido entre los 30 y los 34 años). En resumen, la recuperación económica ni siquiera se ha aproximado a amplias capas de la población”.
El secretario de Empleo socialista ha hecho hincapié en que “los datos conocidos hoy, siendo buenos en lo que a creación de empleo se refiere, reflejan una gran estacionalidad por el peso del sector Servicios y se debe destacar que la bajada del desempleo ha sido de menor calado que en trimestres equivalentes de otros años”.