Larga e intensa reunión celebrada por la Comunidad de Regantes de Lorca presidida por Juan Marín, que contó con la presencia de más de 600 personas, para conocer de cerca la situación del regadío lorquino y el futuro inmediato, y de paso, aprobar la convocatoria de movilizaciones convocadas por el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, representado por su presidente Lucas Jiménez. También asistieron el Alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, el Consejero de Agricultura y Agua, Francisco Jódar, el presidente regional de Coag, Miguel Padilla, y el ex presidente autonómico Alberto Garre.
En su alegato inicial, Juan Marín dijo que solo quedan reservas hídricas hasta enero y que en caso de proseguir las altas temperaturas, el agua podría agotarse antes”. Para Marín, “es imprescindible que llueva y cuanto antes mejor, pues con 15 o 20 litros podríamos aguantar hasta primeros de año”, señaló el dirigente hídrico. Ante esta situación, Marín solicitó “concienciarse del momento a la hora de racionalizar las plantaciones para evitar pérdidas”.
Las altas temperaturas registradas últimamente han conducido a que se contabilicen máximos históricos. Marín argumentó esta reflexión diciendo que “este mes hemos batido récord en cuanto a consumo de agua. Se han consumido 6,5 hectómetros”, dijo.
Los datos ofrecidos por Marín reflejan que se ha procedido a plantar cultivos tales como brócoli, lechuga, coliflor y apio al aire libre. A lo anterior, añadió el presidente de los regantes lorquinos, se suma que la alcachofa hay que regarla semanalmente, por lo que las cuentas no salen. Si llevamos cuatro semanas plantando a tope y tenemos 33 grados de temperatura, las necesidades de agua no son como un octubre o noviembre cualquiera, sino como el verano”.
Según Marín, hasta finales de año solo quedan 2 hm3 por mes procedentes del pantano de Puentes y otros dos llegados de la planta desaladora de Águilas “por lo que hasta conseguir los 6,5 que estamos consumiendo tenemos que hacer uso de los pozos”. De igual forma, Marín mostró su preocupación porque el agua embalsada en Puentes “es la que hay”. Por tanto, “si seguimos sacando a razón de dos hectómetros cúbicos, en tres meses nos quedaremos sin agua”, concluyó Marín.