El Centro de Estudios Ambientales (CEAM) de la Comunitat Valenciana entiende que la paja del arroz debe ser incluida dentro de las actuaciones para restaurar el suelo de los montes quemados. De esta forma dicen desde el CEAM se evitaría la degeneración de ese suelo quemado y evitaría los procesos de erosión que suelen generarse después de esas desgracias ecológicas.
Así se ha expuesto en el encuentro celebrado en Gátova, durante una jornada de voluntariado experimental para realizar un tratamiento de restauración con este residuo de una serie de zonas seleccionadas del incendio en la misma localidad este verano. A tal evento ha acudido directora general de Prevención de Incendios Forestales, Delia Álvarez, quien ha puesto en valor este tipo de práctica.
Estas zonas manifiestan un elevado riesgo de degradación, de modo que se está experimentando acolchar con paja de arroz para evitar que se incremente la erosión. El proceso consiste en fijar la paja y extender restos de podas o desbroces para acumular ramaje encima y evitar, así, pérdidas por el efecto del viento.
En zonas quemadas, la distribución de acolchados de residuos vegetales en superficie (paja u otros restos triturados de poda o de madera quemada) como cubierta protectora del suelo es una aplicación útil en aquellas zonas donde se combinan una mayor dificultad de regeneración después del incendio y un elevado riesgo erosivo. En estas condiciones es importante que la restauración proporcione al suelo una rápida cubierta que pueda controlar los procesos de degradación.
En general, siempre será preferible utilizar materiales del propio monte quemado, particularmente el triturado de restos quemados, pero en determinadas condiciones el uso de la paja de cereal puede constituir una alternativa viable. Y esta alternativa quiere defenderla Álvarez como parte del trabajo de reforestación de la Comunitat Valenciana.
La gestión de los residuos derivados del cultivo del arroz en la Albufera presenta unas complejas implicaciones económicas, ambientales y sanitarias, con gran repercusión en la sociedad valenciana. Es por ello que, con el objetivo de reducir los impactos derivados de las miles de toneladas de paja que cada año se producen, investigadores de la conselleria están desarrollando un marco de diversificación de usos para intentar reconvertir este residuo en un recurso.