Cuando se abren las notas de prensa, el redactor que la lee espera encontrarse los datos principales expuestos con claridad y saber a qué atenerse. En el caso que nos ocupa el titular ya resulta sospechoso, en tanto en cuanto se conoce que el presupuesto de la Junta de Andalucía será de 34.759.523.350 euros. “El presupuesto de 2018 dedica 18.896 millones de euros a romper la brecha de género” titulan la información desde la Junta de Andalucía. Visto así se estaría diciendo que el 52,9% del presupuesto se utiliza para combatir la brecha de género, algo de por sí exagerado. Tampoco es que se utilicen esos dineros en partidas sociales destinada a tal fin (no habría Sanidad en Andalucía, por ejemplo). Pero no se quedan ahí, sino que afirman al comienzo del texto que el “74% de las partidas se destinan a políticas públicas con perspectiva de género”, que es algo bien distinto.
Es en ese momento, en el que si el redactor o la redactora tiene algún conocimiento en materia de Igualdad, empieza a pensar que se la están intentando colar desde prensa de la Junta de Andalucía. Veamos por qué. No es malo, al contrario, tratar lo público con perspectiva de género. Esto supone establecer leyes, urbanismo, gestión en sí desde esa perspectiva para que no exista la discriminación de género. Por tanto, los presupuestos pueden incidir más en superar esas discriminaciones no aparentes que se producen en el día a día de la vida de millones de mujeres. Ahora bien, no conviene tampoco cargar las tintas y exagerar. El 74% de las partidas de políticas públicas ocupan numerosos aspectos en los que mujeres y hombres son discriminados, no sólo por el género, sino también por la riqueza. Léase la Justicia.
Por ejemplo, respecto a los salarios, es evidente que a igual cargo igual salario. Eso se puede establecer desde el presupuesto sin duda. Sin embargo, como recalcan informes e informes realizados, la brecha salarial en muchas ocasiones no está determinada por el cargo en sí, sino por la forma de gestión. Esto es, la mujer se ve discriminada en las horas extras (se le sigue adjudicando la crianza sin más), en los turnos, en los complementos por productividad, etcétera. Eso no depende del presupuesto sino de la capacidad de gestión de los administradores y administradoras. De quien dirige.
Pero lo grave es decir que se van a destinar casi 19 mil millones a superar la brecha de género. Eso es engañar a la población. Eso es querer vender un coche que no tienes y no puedes asegurar que tengas algún día. ¿Cómo se va a superar la brecha de género en la Sanidad? ¿Se van a operar igual número de mujeres que de hombres sin tener en cuenta la enfermedad en sí? Imagínense que llega un hombre con un infarto y la médica le dice que no pueden operarle porque el cupo de hombres está cubierto. Es un tanto exagerado el ejemplo sí, pero sirve para ejemplificar la exageración de la propia Junta de Andalucía. En Educación ¿cómo van a superar la brecha de género mediante los presupuestos? ¿Dejan sin estudiar a niños para que se igualen? Aunque en esto las mujeres son mejores que los hombres como indican las estadísticas.
Desde hace una década, cuentan desde la Junta, el Presupuesto de la comunidad se acompaña de un informe de evaluación de impacto de género en el que se detallan las actuaciones del Gobierno andaluz para combatir la desigualdad. Y eso es algo que muy pocas administraciones hacen. Pero las actuaciones de la Junta no ocupan esos 19 mil millones. No hace falta exagerar en algo que se hace bien, y que no se puede poner en cuestión, porque lo que se genera es grotesco al final. Ahora bien, sería interesante tener un informe donde se detallen si esas políticas que se han puesto en marcha han conseguido su objetivo. Si los presupuestos han logrado minimizar el impacto machista.
Un aplauso por defender los derechos de las mujeres con una amplia mirada. Y más cuando el gobierno del PP ha reducido el 34% las partidas de los presupuestos generales destinados a Igualdad. Pero no nos la intenten colar. La brecha de género se consigue superar mediante muchas otras cuestiones y acciones, algunas de las cuales sí lleva a cabo la Junta.