El viernes 2 de junio Joaquín Hervada Yáñez hizo una llamada de teléfono al despacho de referencia del Banco Santander, Uría Menéndez. En esa comunicación telefónica se pidieron las instrucciones necesarias para que Emilio Saracho declarara la inviabilidad del Banco Popular. ¿Por qué llamó a ese despacho y no a otros de los que tenía contratados el Popular o, directamente, pidió un informe a sus propios servicios jurídicos? La respuesta a esta pregunta es tan obvia que casi da vergüenza responderla, sobre todo con todo lo que ocurrió en los días posteriores.
La principal conclusión que se saca de este hecho es que Saracho no iba a esperar más e iba a declarar que el Popular era inviable, que necesitaba ser intervenido por la Junta Única de Resolución. Apenas diez días antes Elke König, presidenta del Mecanismo Único de Resolución, declaró en la cadena de televisión Bloomberg que el Popular estaba en vigilancia y el día 30 la agencia Reuters filtró esas declaraciones que dejaban claro que la sexta entidad bancaria del país podía ser intervenida en cualquier momento.
Tanto Saracho, como Escrig, como Hervada ya tenían información acerca de que grandes bancos extranjeros iban a realizar ofertas para afrontar una ampliación de capital urgente, aunque no se hubieran recibido las correspondientes comunicaciones.
Día 2 de junio, viernes. Hervada habla con Uría y Menéndez y esa conversación telefónica es transcrita y enviada al Popular. Ahí se dan las instrucciones de lo que tendría que hacer Saracho para declarar la inviabilidad de la entidad. Día 2 de junio. Aún no se habían producido las salidas de depósitos por valor de 14.000 millones de euros que se produjeron a partir del lunes siguiente.
Antes de entrar en materia recordemos que Joaquín Hervada Yáñez sustituyó a Francisco Aparicio Valls como secretario del Consejo de Administración. Aparicio fue destituido por Saracho tras hacer su trabajo y, ante las filtraciones interesadas a principio del mes de mayo en las que se afirmó que el Popular estaba quebrado, remitir una carta a la CNMV en la que se indicaba que la noticia publicada no era cierta. En concreto remitió a la Comisión tres hechos relevantes los días 11, 15 y 16 de mayo desmintiendo informaciones que provocaban una salida de depósitos y una bajada importante del precio de la acción. El día 17 de mayo Popular remite un nuevo hecho relevante que ya no va firmado por Aparicio. El 19 de mayo Hervada es nombrado secretario del Consejo por Saracho.
Volvamos al 2 de junio. La conversación, según el documento del que disponemos en Diario16, se realiza entre Joaquín Hervada y una persona de Uría Menéndez que firma como «Juanmi», por lo que sólo puede ser Juan Miguel Goenechea, socio del bufete desde el año 1990 y experto en derecho bancario, fusiones, adquisiciones y capital riesgo.
El documento va titulado como «Conversación sobre seguimiento de inviabilidad, liquidez y provisiones», y en él se explica que la inviabilidad sólo se podría aplicar si la «entidad de manera significativa o es razonablemente previsible que incumpla de manera significativa en un futuro próximo los requerimientos de solvencia». En la última reunión del Consejo de Administración el propio Saracho reconoce que el Popular está cumpliendo con sus compromisos. Además, desde Uría se hace mucho hincapié en que hasta ese momento «el único incumplimiento de ratios se consideró por el Consejo no significativo porque había un plan para retornar al cumplimiento durante el mes de mayo».
Por otro lado, se afirma que «si con las previsiones de salidas de liquidez creemos que un futuro cercano el banco podría no ser capaz de cumplir con sus obligaciones a pesar del ELA y del resto de medidas correctoras que se están implementando, estaríamos en esta situación [inviabilidad]». Hablan de salidas de liquidez previstas. ¿Ya sabían que a partir del lunes 5 de junio se iba a producir una estampida de depósitos institucionales por valor de 14.000 millones de euros?
Esta comunicación telefónica indica que se estaban dando los pasos finales de cara a la intervención y las instrucciones respecto a la declaración de la inviabilidad recibidas por Joaquín Hervada, aun no cumpliendo con los requisitos explicados por el despacho de abogados, demuestran que se trataba de una operación diseñada de antemano.
Hay que recordar dos aspectos fundamentales teniendo en cuenta el día en que se produjo la conversación: en primer lugar, Uría y Menéndez es el despacho de referencia del Santander; en segundo lugar, hacía dos semanas que se supo que CaixaBank tenía preparados 4.000 millones de euros para acceder a la subasta del Popular, algo que no se podía permitir porque el único que podía hacerse con la sexta entidad española era el Santander.
En el próximo artículo daremos cuenta y analizaremos las instrucciones recibidas por Hervada.