La vicepresidenta de la Comunitat Valenciana, Mónica Oltra, ha participado en Las Palmas de Gran Canaria en la II Conferencia Democracia y Ciudadanía, organizada por el Cabildo de Gran Canaria con el objetivo de reflexionar sobre el papel de las instituciones, los partidos y la ciudadanía frente al cambio de época. Durante su intervención la dirigente valenciana ha explicado, poniendo como ejemplo de participación del Pacto Valenciano contra la Violencia de Género y el Machismo.
A diferencia de lo que aconteció a nivel estatal, donde participaron solamente los partidos políticos, el Pacto Valenciano ha sido, como ha querido destacar Oltra, un ejemplo de participación institucional. En el mismo han dejado sus aportaciones 63 representantes de entidades sociales y cívicas, administraciones públicas, instituciones judiciales, universitarias, cuerpos de seguridad, partidos políticos, agentes económicos y sindicales o asociaciones de periodistas, todas ellas “con un compromiso institucional y social” ha incidido Oltra.
Esta fórmula de participación, que pese a que Oltra crea que ha inventado la rueda no es nueva y se lleva utilizando en España desde hace años (especialmente por partidos de izquierdas), deja una serie de experiencias que, a juicio de la vicepresidenta, deberían poder ser compartidas por los “gobiernos del cambio”. Esto permitirá “un nuevo relato político que sitúe en el centro a las personas”, no como antes que las personas debían estar excluidas o no existían según parece. Los gobiernos del cambio, que no han inventado la rueda como se dijo, quieren construir un relato, porque hacer un discurso igual es muy ideológico, común para poder explicar a la ciudadanía que otro tipo de política es posible.
Otra política, que como demuestra el Pacto Valenciano, sigue dejando fuera a la propia ciudadanía, pues se la representa indirectamente (pues las asociaciones son representaciones indirectas) por medio de organizaciones que, curiosamente, viven de ejercer el lobbyismo para conseguir subvenciones con las que poder subsistir. No es malo en sí, pero debe dejar claro la dirigencia política que esta participación, no es participación ciudadana en sí. Sin duda es mejor que el ordeno y mando de la derecha, pero ni es nuevo, ni la ciudadanía participa por sí misma de ello. Sólo a través de organizaciones que se han autonombrado sus representantes sin ningún tipo de elección. Algo, que por cierto, es muy del gusto del liberalismo, el potenciar a la sociedad civil antes que a la ciudadanía.
Oltra dispuesta a participar en la campaña electoral catalana.
En otro orden de cosas, Mónica Oltra, se ha mostrado dispuesta a participar en apoyo de Xavier Domènech durante la campaña electoral catalana. Siempre que la inviten ha querido dejar claro. Veremos qué opina Ada Colau de eso, con lo celosa de su territorio que es. Pero lo importante es que Oltra ha querido destacar que existe vida más allá de la independencia o de las cuestiones independentistas o unionistas de los partidos de la derecha española: “Hay vida más allá de la independencia o de la no independencia, hay vida más allá de Cataluña, incluso en el resto de España”.
Apoya sin duda la opción de Catalunya en Comú porque es “necesario otro tipo de discursos políticos”. Hay cuestiones que impactan directamente en las vidas de las personas y que la batalla identitaria está ocultando. “La emergencia social, la atención a la dependencia, la educación o la sanidad están fuera del discurso político” en estos momentos en Cataluña. Por eso entiende que su apoyo es para quien lo “está poniendo sobre el tapete”, esto es, Domènech. No ha debido escuchar a Miquel Iceta hablar de eso mismo durante la campaña, pero queda claro que la “gente del cambio” se apoya mutuamente.