Un millón de jóvenes son parados de larga duración y además a un 61% les falta la cualificación. Por eso desde el sindicato consideran que estos déficit deben ser un prioridad para el Gobierno.
El pasado viernes la secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, Lola Santillana, presentó el informe sobre la situación del empleo entre los jóvenes españoles.
Lola Santillana destacó del informe que más de un millón de jóvenes buscan empleo (un tercio son parados de larga duración). Si nos fijamos en el tipo de formación de las personas paradas, el 61% de todas ellas carece de formación de tipo profesional. Es decir, no ha estudiado o no tiene reconocidas competencias profesionales que le habiliten para trabajar en determinadas ocupaciones.
Estos datos para la secretaria de Empleo y Cualificación Profesional de CCOO, significa que “precisan de una formación para el empleo que les facilite y certifique esas competencias», ha señalado Santillana.
Los trabajadores y trabajadoras jóvenes han sufrido con especial intensidad la crisis. La mitad de los que tenían empleo hace diez años lo han perdido, y solo uno de cada diez percibe una prestación por desempleo. El resto no lo tiene tampoco fácil, la precariedad y los contratos temporales es lo habitual.
Lola Santillana denuncia que el gobierno al principio de la crisis, la única puerta que se abría a nuestros jóvenes para encontrar empleo era una invitación a marcharse. Muchos han se han visto forzados a hacerlo.
Hay casi dos millones de personas menos de entre 16 y 29 años
CCOO ofrece datos estremecedores del abandono del país. Entre el tercer trimestre de 2008 y el de 2017 hay casi dos millones de personas menos de entre 16 y 29 años: los 8.083.342 jóvenes de 2008 se han reducido a 6.183.811 en 2017. La natalidad y la emigración han provocado un descenso de la población joven del 23,5% de los jóvenes, uno de cada cuatro. De estos 1,9 millones de personas, un millón corresponden al período 2011 – 2017.
Desde el inicio de la crisis, más de 2,1 millones de jóvenes han perdido su trabajo, la mitad de los que tenían empleo.
El sindicato CCOO denuncia que cuando el gobierno afirma que “ha bajado el paro un 35%”, deja en la opinión pública una impresión de que se ha conseguido algo “bueno”, que es falsa. Cuando se produce una pérdida de empleo, y más si esta es muy importante y baja el paro, lo que ocurre es una pérdida de actividad y, según crezcan el número de personas inactivas, de población.
Este es un fenómeno que se produce con cierta frecuencia, cuando se analizan los datos mensuales de paro registrado y de afiliación. Hay una pérdida de población del 14% que es lo que permite la disminución del paro, porque no se crea empleo. “Cuando disminuye el paro sin que aumente el empleo, necesariamente o hay pérdida de población o aumento de personas inactivas” denuncia CCOO.
Hay más de un millón de jóvenes que buscan empleo
En la actualidad hay más de un millón de jóvenes que buscan empleo (un tercio son parados de larga duración), el 61% de todas ellas carece de formación de tipo profesional. Es decir, no ha estudiado o no tiene reconocidas competencias profesionales que le habiliten para trabajar en determinadas ocupaciones. Lola Santillana denuncia que estos jóvenes “precisan de una formación para el empleo que les facilite y certifique esas competencias”.
Solo una de cada diez personas jóvenes – 248.167 personas- percibe una prestación por desempleo. Para CCOO, es preciso analizar qué políticas activas se están implementando y qué fondos se destinan a ellas cuando una de cada cuatro personas jóvenes paradas lleva más de un año en paro y carecen de formación de tipo profesional.
Para el sindicato, deberían estar incluidas en los objetivos prioritarios en materia de formación, las 209.690 personas jóvenes que carecen de formación de base y precisan acreditar competencias clave para acceder a certificados de profesionalidad de segundo nivel.
La pérdida de más de dos millones de empleos desde el inicio de la crisis. Una parte es imputable al conjunto del empleo, pero otra al hecho de ser joven. Así lo reflejan las cifras de horas trabajadas por las personas entre 16 y 29 años, que perdieron el 47,6%, casi 80 millones de horas. Si ese grupo de edad representaba el 21,8% de todas las horas trabajadas, parece obvio que ha perdido muchas más de las que le correspondería por su representación.
Para CCOO es una prioridad que la proporción de jóvenes en la actividad económica no sea inferior al diez por ciento o al 11,1%, que es la mitad del peso de los jóvenes en el conjunto de las edades.
Este objetivo debería traducirse en una norma jurídica que permita establecer discriminaciones positivas cuando no se de dicha proporción Asimismo, es preciso establecer procedimientos jurídicos que permitan trasponer estos objetivos en la administración pública, dado que las personas menores de 30 años han pasado de suponer el 10,8% en 2008 al 5,9% en 2017.