El juez Enrique de la Hoz García ha abierto auto de procesamiento para los responsables de la estafa del grafeno. Tal y como indicamos en Diario16, la demanda sobre la que se sostiene el auto se sustenta sobre el hecho de que los demandados Álvaro Zarza García, Ignacio Ramos Covarrubias, Mario Celdrán Romero y la sociedad Westfield Comunicación S.L. sustrajeron para beneficio propio de una cuantía superior a los 18 millones de euros de la sociedad que constituyó con los querellantes, entre los que se encuentra un importante empresario madrileño.
Según el auto de procesamiento, se acepta la petición de la Fiscalía de apertura de juicio oral contra los procesados porque no concurren causas para sobreseer el caso y resuelve medidas cautelares «tanto respecto a la persona del acusado, como de los bienes de las personas eventualmente responsables civiles».
El juez De la Hoz resuelve abrir juicio oral y acusa a «Mario Celdrán Romero, Ignacio Ramos Covarrubias y Westfield Comunicación S.L. un delito de apropiación indebida, un delito continuado de administración desleal y alternativamente un delito continuado de estafa», y les mantiene la libertad provisional requiriendo a los procesados arriba citados junto a Álvaro Zarza García para que «presten fianza, conjunta y solidariamente, en cantidad de 2.900.000 euros para asegurar las responsabilidades pecuniarias que, en definitiva, pudieran imponérsele». ¿Cómo será el nivel de la estafa como para que a los procesados se les haya puesto una fianza seis veces superior a la que se impuso a Jordi Pujol Ferrusola? Contra el auto no cabe recurso.
Tanto a los querellantes como a Zarza se les presentó la oportunidad de invertir en el negocio del grafeno por ser un material de interés estratégico e industrial, además de ser fundamental para el desarrollo de las TIC. Los querellantes, Zarza y otro inversor crean la sociedad Westfield Grapheno S.L. nombrando a Álvaro Zarza como administrador de la misma. Las primeras inversiones que se realiza a través de esta sociedad es la compra de participaciones de capital de Graphenano S.L. por un valor de 2,5 millones de euros. El siguiente paso fue la búsqueda de un inversor que participe con ellos del negocio para entrar en el capital social de Westfield Grapheno para poder comprar más participaciones de Graphenano.
Es un momento determinado Álvaro Zarza conoce a un inversor valora el acuerdo con Graphenano en más del doble del precio de compra. Negocia con dicho inversor la entrada en el negocio aportando todo el dinero necesario. Por esta razón se pone de acuerdo con Ignacio Ramos Covarrubias para lograr la entrada en el negocio de Auriga Global Investors Sociedad de Valores.
Zarza ya no necesitaba de los socios con los que constituyó Westfield Grapheno porque ya tenía a un inversor que se haría cargo de las nuevas inversiones y de otros pagos. Por esa razón, junto con Ignacio Ramos, siempre según el relato de los hechos de la demanda, organizaron un plan para apropiarse del negocio gracias a su condición de administrador único e inician acciones para excluir a los demandantes. De este modo, se realiza una doble venta de las acciones de Graphenano citadas anteriormente y las compra de nuevo a través de una nueva sociedad llamada Westfield Comunicación.
Hay que dejar claro que la estafa no fue realizada por la empresa Graphenano, sino por los procesados arriba citados.
La estafa del grafeno tenía como fin la venta a Chint Electrics