El pasado 29 de enero se celebró el Pleno Municipal con la normalidad usual a su trámite. Llegado el momento de las preguntas, el grupo socialista formuló una cuestión sobre la necesidad del fomento de la lectura en nuestra ciudad mediante la creación de un “Consejo del Lector”, que previamente ya conocía el Grupo Popular, dado que se le facilita días antes y por escrito para su estudio. Yo fui la responsable de exponer el alegato en estos términos.
Tal día como hoy (por el día del Pleno) nació en 1860 el escritor ruso Antón Chejov, que como decía en el año 2.013 el crítico de El País José Andrés Rojo: «Si el alma fuera un reloj, Chejov sería su relojero». Estas hermosas palabras sólo se pueden entender si se ha leído a uno de los grandes de la Literatura Universal. Recordar esa onomástica venía a colación, pues la pregunta en cuestión era: «¿Tiene el grupo Popular previsto crear un Consejo de Lectura para Lorca, ya que tenemos la deshonrosa «medalla», conforme a una estadística INE, de ser la población como mayor índice de analfabetos de Región de Murcia? Es nuestra obligación como representantes públicos invertir la desastrosa y vergonzante situación».
Le recordé, que tenía el marco adecuado, la Ley 10/2007 del 22 de junio, de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, que leer era una herramienta básica para el desarrollo de la personalidad, la socialización del individuo, el bienestar emocional, que el hábito lector hace «libre pensantes» a los individuos. El binomio lectura-escritura va más allá de la información, se camina al conocimiento. Debemos estar con las propuestas del filósofo francés Jacques Derrida que manifestaba que no hay Filosofía sin Escritura, pensamos conforme a la lengua y el desarrollo del conocimiento se amplía con el dominio del concepto.
El concejal de educación contestó:
- Que él no conocía a Chejov, vamos que no lo había leído nunca.
- Que se iba a pensar lo del Consejo de Lectura, porque Lorca tenía un índice altísimo de ciudadanos con carné de la biblioteca pública, y por lo tanto era innecesario, a diferencia de otros Municipios de la Región de Murcia con esas carencias. Aquí no había necesidad alguna.
- Que él se da vueltas por la biblioteca y no me ve, que va a todas horas y erre que erre, que no me ve.
Me embargaron varias dudas:
- ¿No se siente avergonzado el Concejal de Educación por no conocer a Chejov?
- ¿Conoce el Concejal de Educación la estadística de analfabetos de Lorca?
- ¿Me tengo que sentir vigilada por el Concejal de Educación, me espía?
Post data:
Señor Chejov: por favor, remita un relato corto sobre este incidente a la biblioteca, (vía fax o e-mail), adonde dice el Concejal de Educación que visita continuamente (creo que se refiere a la Biblioteca Municipal). A ver si le lee, en lugar de espiarme.