Estos días intentan vendernos desde San Estaban las bondades de la democracia por el hecho de que Fernando López Miras haya convocado para el próximo mes un congreso extraordinario de su partido en el que, por primera vez, y menos mal que no han metido la coletilla de “sin que sirva de precedente”, todos los afiliados podrán votar. Decir que el único objetivo de este congreso asambleario, ya que no habrá compromisarios y podrán asistir al mismo todos los afiliados que no tengan otra cosa mas importante que hacer ese día, es intentar dar carta de legitimidad al que llegó a la presidencia del partido y de la Comunidad por el tradicional método del dedazo, no es ninguna novedad ya que eso coinciden propios y extraños.
Pero aún así, y sabiendo que la propuesta es casi una partida con las cartas amañadas porque después de la visita de Rajoy, con copas, paseo y halagos incluidos, a ver quién es el guapo o la guapa que se atreve a intentar presentarse para competir contra el lorquino. Lo cierto es que no deja de ser un avance importante y un riesgo, no ahora, pero podría serlo en el futuro.
Yo ya no sé si López Miras ha tomado esta decisión por sus propias convicciones democráticas o porque es sabedor de que, de continuar con el sistema por el que el fue designado presidente, los mismos que lo colocaron a dedo, por el mismo procedimiento le podrían en cualquier momento mandar de vuelta a su Lorca natal.
En cualquier caso no está nada mal que en el PP entren las urnas y permitan que sus afiliados puedan expresarse. También es cierto que, por la falta de costumbre, es más que posible que el sistema necesite un tiempo para ser efectivo y estar a pleno rendimiento. Pero no es menos cierto que, como dicen en mi pueblo, “una vez abierto el melón no hay mas remedio que comérselo”. Digo esto porque, a buen seguro, no son pocos los dirigentes del PP, o aspirantes a serlo, que no estén muy de acuerdo con la iniciativa de joven Miras, ya que como las costumbres hacen las leyes, y después de toda una vida acostumbrados al dedazo, es difícil que de la noche a la mañana vean con buenos ojos las urnas para todos. Así que, ánimo, es difícil pero no imposible, ejemplos los hay en todos los tiempos y en todos los países, sin ir mas lejos hace unos años en este país muchos se acostaron franquistas y se levantaron demócratas de toda la vida.
Así las cosas, nadie discute que en unas semanas López Miras pasará de interino a legitimo presidente del PP de Murcia, y eso es bueno para él, para su partido y para los murcianos. Pero como todo tiene sus riesgos, la decisión de incorporar las urnas a la vida del partido también las tiene. Por ello, es de suponer que tendrá bien asumido que los poderes facticos no le perdonarán si el año próximo no es capaz de mantener el gobierno de Murcia. Esa será la verdadera prueba de fuego y, ciertamente no lo tendrá nada fácil ante el avance, al menos en las encuestas, de Ciudadanos, el desgaste que puede producirle el díscolo Garre, y el impulso que Diego Conesa está dándole al PSOE.
Así que lo dicho: bienvenido a la democracia señor Miras. De esa manera, al menos, pasará a la historia como el hombre que llevó la democracia al PP murciano. Y digo esto con la esperanza de que las urnas lleguen al PP para quedarse, porque es justo y necesario para la democracia que los partidos que la sustentan sean verdaderamente democráticos.