En las últimas fechas se ha ejecutado un ERE en el Banco Popular sobre el que han corrido ríos de tinta no sólo en Diario16, sino también en otros medios, contando cómo se ha presionado a los empleados para dejar su puesto de trabajo «voluntariamente» bajo amenazas de despido. Para finales de este año está previsto un nuevo ERE para los empleados de la red de sucursales en el que Francisco Javier García-Carranza Benjumea, el encargado de esta reestructuración de plantilla, tiene previsto que salgan más de 4.000 personas.
Sin embargo, no todos los empleados son despedidos por el Santander sin ningún tipo de miramientos ya que hay otros que nunca sufrirán un ERE en el Grupo Santander. Son aquellos que tienen padrino o los que ostentan un puesto de trabajo en pago de favores. Esto ocurre en una empresa española con proyección internacional pero, por ejemplo, en algunos Estados de USA no podrían hacerlo porque el nepotismo está catalogado como delito, además de que no está bien visto en los círculos empresariales.
Uno de los ejemplos más conocidos de colocación en el Santander, presuntamente por pago de favores, es el del hijo de Luis Pineda, el que fuera factótum de AUSBANC actualmente en prisión acusado de extorsión. La fluida relación de Pineda con el Santander y su vicepresidente Juan Manuel Cendoya y el intercambio de favores trascendió a los medios tras un informe de la UDEF. Personas bien informadas cuentan que Luis Pineda Cuadrado fue nombrado en Santander UK en Londres en pago del favor de su padre por retirar en su día la acusación popular en el caso de las cesiones de crédito que implicaba directamente a Emilio Botín, Rodrigo Echenique Gordillo, Ignacio Uclés Romero y Ricardo Alonso Clavel en un fraude fiscal de más de 80 millones de euros y falsedad en documento oficial y mercantil, y que dio lugar a la bochornosa doctrina Botín (con el voto particular contrario de 5 magistrados del Tribunal Supremo entre ellos el actual y anterior Fiscal General del Estado). A partir de la retirada de la acusación en las cesiones de crédito, Ausbanc consiguió para sus publicaciones jugosos ingresos por publicidad del Santander y su presidente consiguió colocar a su hijo en el banco.
También existen otros casos de colocación, que podrían considerarse como pagos de presuntos favores judiciales al Santander y a la familia Botín, como los hijos de algún miembro de la judicatura que ha dictado alguna sentencia favorable y en pago ha conseguido que su hijo termine sus estudios en la Universidad Pontificia Comillas y sea colocado en empresas de la esfera de los familiares de los altos directivos del Santander, como Rodrigo Echenique Sanjurjo, hijo de Rodrigo Echenique Gordillo, vicepresidente del Santander y actual presidente del Popular. Rodrigo Echenique hijo, después de su paso por el Santander, llegó a Altamar Capital Partners de la que es socio director, “managing partner”.
Esos hijos de altos directivos del Santander también son colocados en otras empresas vinculadas al banco como Manuel Echenique Sanjurjo que se incorporó en 2000, nada más acabar la carrera de Derecho, a Uría y Menéndez, despacho de referencia del Santander, siendo nombrado socio en 2012. Pocos llegan a socios de un despacho como Uría y Menéndez tan temprano salvo que destaquen o tengan padrinos tan importantes como el vicepresidente del Santander. La relación de Uría y Menéndez con el diseño del asalto al Popular la venimos contando en Diario 16 desde hace meses.
Otro de los abogados del Estado del Santander, en su día, encausado por las cesiones de crédito junto con Rodrigo Echenique y Emilio Botín, es Ignacio Uclés Romero. Varios de sus hijos trabajan en el Santander. Álvaro Uclés Ruz es responsable en la división corporativa del equipo de supervisión y consolidación de riesgos. Keka Uclés Ruz trabaja en el Santander desde 1996 cuando entró en Hipotebansa y en la actualidad es gestor de operativa interna del Santander en Sevilla. Blanca Uclés Ruz comenzó a trabajar en el Santander y en la actualidad trabaja en Altamira Asset Management, empresa del grupo Santander. Otras dos hijas, Almudena y María, también han trabajado en el grupo Santander, la primera hizo prácticas en Londres y trabajó en Santander Universidades y la segunda en banca corporativa en Londres trabajando en la actualidad en el departamento de relación con el inversor en BME empresa holding operadora de todos los mercados de valores y sistemas financieros en España de la que el Santander llegó a tener más del 8% de su capital social y de la que fueron consejeros dominicales Ignacio Benjumea y José Antonio Álvarez hasta 2014.
También abogado del Estado es Ignacio Benjumea Cabeza de Vaca, actual consejero del Santander y secretario general y del consejo del banco desde 1996 a 2015. Actualmente está siendo investigado, junto a otros seis directivos del Santander, por la Audiencia Nacional por un presunto delito de blanqueo de capitales ligado a la familia Botín y su patrimonio de 2.000 millones de euros oculto en Suiza en el banco HSBC, que salió a la luz con la “lista Falciani”. Su hijo Fernando Benjumea de la Vega también trabaja en el Santander.
No podemos olvidarnos de Alfredo Sáenz Abad que tuvo que dimitir como consejero delegado del Santander (2002-2013) después de ser condenado por denuncia falsa por el Tribunal Supremo, célebre por su frase premonitoria «para ser banquero hay que tener instinto criminal». Emilio Botín y el Santander le deben mucho a Alfredo Saenz ya que, traicionando al BBV del que era vicepresidente, consiguió al Santander la adjudicación de Banesto (del que sería presidente 1993-2002) con una plica sin firma; operación en la que existen muchos paralelismos con el actual caso Popular. Los hijos de Alfredo Sáenz Abad, Alfredo y Gonzalo Sáenz Muñoz también han tenido la suerte de tener a su padre como padrino para colocarse en el Santander ya que Alfredo es “Global Head Retail Credit Risk” (director del área global de riesgos de banca minorista). Por otro lado, Gonzalo trabaja en CEPSA empresa petrolera de la que Alfredo Saenz Abad fue vicepresidente y de la que el Santander tuvo más del 32 % de su capital social hasta 2009.
También podemos mencionar a la ex ministra de Medio Ambiente del PP, Isabel Tocino, actual presidenta del Banco Pastor recientemente adquirido por el Santander con la adjudicación del Popular, y hasta el año 2017 vocal del consejo de administración y del comité ejecutivo y otras comisiones del Santander. Tres de sus hijos trabajan en el banco al que se incorporaron después de que su madre fuese nombrada en el consejo de administración en el año 2007. Su hijo, Álvaro Bartolomé Tocino, entró en el Santander en septiembre de 2007 en el que permanece desde entonces desempeñando en la actualidad un puesto de “Global Head Commercial Intelligence” en banca privada. Isadora Bartolomé Tocino se incorporó también al banco en el año 2007 trabajando en la actualidad en “Collaborations revenues”. Por último, Flavia Bartolome Tocino es Deputy Director (subdirectora) de Santander Universidades.
La lista de empleados del Santander con padrinos de apellidos ilustres sería muy larga como Gonzalo Garrigues “managing director equity capital markets” (director general de renta variable de la sociedad de valores) nieto de Joaquín Garrigues Diaz Cañabate, fundador del despacho J&A Garrigues, que ha prestado sus servicios al Santander en infinidad de ocasiones.
Estos son sólo una pequeña muestra de los empleados con suerte en el grupo Santander, los que nunca sufrirán un ERE de Francisco Javier García-Carranza Benjumea porque tienen padrinos o la entidad o la familia Botín les debe favores de todo tipo a sus padres.
El común denominador es que la mayoría de ellos han estudiado en las mismas instituciones como la Universidad de Navarra (IESE), la Universidad Pontificia Comillas o el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF).
Por el contrario, otros empleados que no se pliegan a las órdenes y a la «cultura» o «modus operandi» del Santander terminan por ser coaccionados y amenazados. Así le ha ocurrido a algún empleado proveniente de la banca privada de Banesto en Estados Unidos que fue amenazado si se marchaba de la entidad y se llevaba con él la cartera de clientes. No obstante, en Estados Unidos las distintas instituciones no son tan receptivas, volubles y maleables a las presiones del Santander, y, finalmente, al banco no le quedó más remedio que llegar a un acuerdo y dejar marchar a su «senior vice-president».
¿El Santander es el «coto privado», la «empresa familiar» o la empresa de colocación de los Botín en la que se enchufa a los hijos de los altos directivos del banco y de a los que se les deben favores mientras que se despide a los que no tienen padrinos como los empleados del Popular presionándolos como venimos contándoles? El nepotismo es uno de los peores comportamientos que se puede tener en una empresa, sobre todo si es de la importancia del Santander, porque el pago de favores o el incluir en los altos puestos de dirección a familiares de los altos ejecutivos impide la entrada de talento y, por tanto, se puede convertir en una lacra para los resultados de la sociedad. Tal vez este presunto nepotismo del Santander explique, en parte, la situación real en la que se encuentra el banco.