El trastorno mental grave engloba varias patologías psiquiátricas que afectan seriamente a la integración social y personal del paciente, en algunos casos con problemas de exclusión social. El departamento Valencia-Hospital General creó 2016 un grupo de trabajo con representación de todos los recursos que forman la red para este tipo de paciente con el objetivo de diseñar un circuito de atención coordinada y prioritaria.
Según Juan Pretel, jefe del servicio de Psiquiatría, «la red es una herramienta dentro del programa de trastorno mental grave de nuestro departamento de salud. Sirve para, mediante la coordinación de los recursos socio-sanitarios existentes, encontrar el recurso disponible más adecuado para este tipo de paciente y agilizar su derivación al mismo».
En esta red se coordinan los recursos que tienen un componente sanitario o social y, al mismo tiempo, los propios pacientes también están representados a través de las asociaciones. De este modo, se han estado manteniendo reuniones periódicas para atender en las mejores condiciones y con la mayor coordinación a estos pacientes y se ha potenciado la participación y colaboración con las asociaciones de enfermos mentales establecidas en el departamento.
Esto ha permitido conocer mejor los recursos existentes y las formas de acceder a estos dispositivos con mayor fluidez. «Por ejemplo, si un paciente está en un centro residencial, pero vemos que es más autónomo, podríamos buscarle un piso tutelado, de forma que pudiera salir de uno y entrar en otro, minimizando el tiempo», añade Pretel.
Para estar en el programa de trastorno mental grave no solo hay que padecer esta enfermedad, sino también otros requisitos de cronicidad y riesgo de exclusión social. «En el programa están incluidos más de 400 pacientes. De ellos, 230 son atendidos por nuestros centros de salud mental porque pertenecen a nuestro departamento de salud y los otros 200 porque están en centros de enfermos mentales ubicados en nuestra área. Así pues, durante el periodo en el que viven en esos centros, aunque pertenezcan a otros departamentos de salud, también los atendemos», ha explicado Pretel.
En el último año y medio unos 100 pacientes de estos 230 han utilizado algún recurso de los que están incluidos en la red, beneficiándose de esta mejora asistencial y de la mejor coordinación y comunicación que proporciona. Los pacientes, además de ir a esos recursos, son atendidos coordinadamente por los centros de salud mental y se trabaja con las familias, de forma que sirven de descarga al cuidador y mejoran la situación global del paciente y de su entorno. Este programa incluye un Plan de Atención Integral (PAI) y el seguimiento y gestión de casos por el equipo multidisciplinar de los centros de salud mental.