Todo empieza en la India, en la bulliciosa India. Allí se paró el tráfico un día entero para crear una ciudad de niños y niñas, por y para estas pequeñas personas por demanda suya. Así nace Design for Change de la mano de Kiran Bir Sethi en 2009.
A España llegó dos años después para transformar la realidad educativa del país. En Madrid, entrevistamos a la coordinadora del proyecto, Mónica Cantón de Celis, quien nos explica cómo, desde un modelo de exploración y experimentación para entender el ámbito educativo, se establecen las necesidades para acercar el pensamiento de diseño a niños, niñas y jóvenes, también a los centros educativos, dando herramientas y formando a educadores y personas interesadas en la metodología DFC. Actualmente se trabaja con este método en 35 países con más de 25 millones de participantes.
“Design for Change existe para dar voz a los niños y niñas. Llevan haciendo cosas para cambiar el mundo desde siempre. Pero no les escuchamos”, explica Mónica Cantón a Diario 16. Para ilustrarnos con hechos, nos cuenta cómo hacen talleres con padres y madres donde les ponen gomas en las manos, mascarillas, y orejas de cartón. ¿Cuál es el objetivo? Que no intervengan, no hablen; que escuchen y observen. “A la salida, decían que no sabían que su hijo o hija sabía hacer tantas cosas”, nos confirma.
Design for Change les ofrece la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el mundo, empezando por su propio entorno. Son quienes identifican sus propios problemas y se sienten en confianza para contarlos, a través de dinámicas guiadas compartidas. Después, aprenden las técnicas y reciben las herramientas para solucionarlos. Como ejemplo, Mónica Cantón nos habla de un proyecto sobre agricultura en México. “Durante el acto de presentación, el maestro de ceremonias les preguntó: ¿para qué necesitáis un huerto? Para comer, contestaron”. Tenían hambre y encontraron la manera de satisfacer su necesidad. “Tenemos que escucharlos porque tienen mucho que decir, y necesitan cosas. Y nosotros necesitamos que sean competentes. Hay que darles la competencia, las herramientas y la voz”, asegura Cantón.
Empatía, trabajo en equipo, escucha y pensamiento crítico se engloban en dos palabras: “innovación educativa. Una forma diferente de cambiar las cosas aportando valor”, sentencia Mónica Cantón. Esa es la esencia de esta organización.
Noura A. Blanco, miembro de la organización, comparte el día a día: “Salen unas historias de cambio alucinantes. Los niños y niñas aprenden que por muy grande que parezca un problema, no son impotentes. A través de unos pasos pueden sacar ideas, concretarlas, llevarlas a cabo, y hacer algo”, asegura a Diario 16.
Todos los proyectos de Design for Change se estructuran en cinco pasos: siente, imagina, actúa, “evolúa” (de evolucionar) y comparte; aplicando la metodología Design Thinking, que es tan sencilla que hasta peques de tres años la pueden llevar a cabo, basada en convergencia, divergencia y síntesis.
Tanto Mónica Cantón como Noura Blanco citan un video de su primera toma de contacto con la asociación, que fue revelador para ambas: “Peques de tres años identificaron un problema: las personas adultas les decían ‘No tiréis la basura al suelo’; pero no llegaban a las papeleras en el parque. El siguiente paso fue hablar con el ayuntamiento, y finalmente las pusieron a su altura”, nos cuenta Noura. Después de ver ese mismo video, Mónica preguntó: ¿Qué necesitáis? Y empezó la aventura en Design for Change como coordinadora.
Para terminar, Noura nos relata una historia que la emocionó especialmente: “En India, las adolescentes decían ‘No solo tenemos derecho a la educación, sino también a una educación segura’. Se habían dado cuenta de que el problema era que la mayor parte de las niñas no se graduaban porque las acosaban, violaban o cosas peores en el camino de kilómetros que tenían que hacer para llegar a la escuela. Muchas de ellas terminaban por no ir. Hablaron con la policía local y con los ayuntamientos y consiguieron que les pusiesen autobuses para que las fuesen a buscar a sus slams”.
Para terminar, Mónica cita las palabras de la fundadora, Kiran Bir Sethi: “Les hemos estado mintiendo a todos los niños y niñas, les hemos dicho que son el futuro, que un día serán mayores y harán del mundo un lugar mejor; y no son el futuro, son el presente, el ahora”.