Investigadores e investigadoras en Biología de las enfermedades de la mielina de Isabial y la Fundación Fisabio, dependientes de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, han descubierto el mecanismo fundamental por el que se produce la formación de la capa de mielina en los nervios periféricos. El grupo que lidera Hugo Cabedo ha sido el primero en describir estos mecanismos que ayudarán a su reparación tras lesiones y enfermedades y ayudará en el desarrollo de nuevas terapias para el tratamiento de patologías como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth o el síndrome de Guillain-Barré.
«En nuestro grupo tratamos de entender cómo se forma la capa de mielina, estructura que envuelve los axones de los nervios y les permite tener una velocidad de conducción alta. Si no fuese por la mielina, el impulso nervioso circularía con lentitud», ha señalado el investigador principal del estudio. Cuando se altera la capa de mielina, se producen alteraciones neurológicas graves, como por ejemplo sucede en la esclerosis múltiple. Dependiendo de dónde se localiza la lesión, pueden producirse diferentes efectos, como perder la visión si se produce en el nervio óptico.
Las células de Schwann se sitúan sobre los axones de las neuronas del sistema nervioso periférico envolviéndolos para formar la capa de mielina, una estructura lipídica que los aísla y permite que el impulso nervioso se propague a alta velocidad. Los investigadores e investigadoras de Isabial tratan de entender qué mecanismos moleculares y celulares provocan que las células de Schwann pasen de no ser mielinizantes o a serlo, y viceversa.
Los científicos han hallado que el AMP cíclico (compuesto natural que funciona como un segundo mensajero cuando las células de Schwann contactan con los axones) provoca que una proteína determinada (HDAC4) pase al núcleo de la célula y reprima un gen (c-Jun), que en condiciones naturales reprime la mielinización. El mero hecho de que HDAC4 haga al gen c-Jun expresarse poco es lo que permite a las células de Schwann formar la capa de mielina.
El hallazgo puede ser importante para mejorar el tratamiento de enfermedades en las que la mielina se deteriora, como la de Charcot Marie Tooth, de origen genético, y en la que «las células de Schwann no son capaces de mielinizar y aparecen problemas de coordinación en las piernas, con tropiezos, caídas, atrofia de los músculos y dificultades para caminar», ha destacado Cabedo.
También puede ser relevante para comprender y mejorar el tratamiento del Síndrome de Guillain-Barré, transtorno neurológico que aparece después de una infección y en el que, de manera repentina y de forma equivocada, el sistema inmune ataca a las células de Schwann. Esto tiene consecuencias muy graves que incluyen la pérdida de movilidad y de la capacidad de percibir estímulos externos, y provoca un déficit respiratorio progresivo que puede llevar a la muerte por asfixia en uno o dos días si no se actúa con rapidez en una unidad de cuidados intensivos. «Esta investigación puede ayudar también a diseñar terapias que mejoren la remielinización tras el ataque autoinmune en esta patología», ha resaltado el investigador de Isabial y la Fundación Fisabio.
Para descubrirlo, los investigadores/as han realizado experimentos en una primera fase eliminado el gen HDAC4 en células de Schwann en cultivo. Posteriormente, han realizado las mismas pruebas en ratones. El grupo está trabajando ya en descubrir cómo reparar el nervio y que se produzca de nuevo la mielinización tras una enfermedad o lesión. «Comprender cómo la célula de Schwann pasa del estado de reparación al de mielinización puede ayudar a tratar lesiones que se producen en accidentes de tráfico», ha destacado el experto. El trabajo, titulado “Class IIa histone deacetylases link cAMP signaling to the myelin transcriptional program of Schwann cells”, ha sido publicado en la revista Journal of Cell Biology (Rockefeller University Press). Firman el artículo los investigadores e investigadoras, Clara Gomis-Coloma, Sergio Velasco-Aviles, Jose A. Gomez-Sanchez, Angeles Casillas-Bajo, Johannes Backs, y Hugo Cabedo.