De un modo u otro, las leyes o la interpretación de las mismas que hacen algunos jueces y juezas, van en contra de las mujeres víctimas de la violencia machista y de sus hijos. Según datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del CGPJ, la mitad de los asesinos machistas se entregan voluntariamente a las autoridades y confiesan su crimen porque este hecho es considerado en el juicio como un atenuante de la condena. Esta es una nueva anomalía que se ha detectado, una más. Ya son demasiadas como para que, de una vez por todas, se haga una revisión integral de las leyes cuando media un acto de terrorismo machista.
Por esta razón, en el marco del VII Congreso del Observatorio en el Senado, el CGPJ es partidario de suprimir cualquier tipo de circunstancia atenuante por confesión o reparación del daño en los casos de terrorismo machista. Este organismo ha puesto sobre la mesa que se debe abordar una reforma que elimine de nuestro ordenamiento jurídico esas dos atenuantes en los delitos de violencia machista. Un 50% de los asesinos se entrega cuando el crimen es de este tipo, mientras que en el resto de tipologías prácticamente no hay ninguna puesta a disposición de la policía de manera voluntaria. Por tanto, la conclusión es evidente: lo hacen para que la pena sea inferior a la que les correspondería por un acto de terrorismo machista.
Por otro lado, además de retirar esos beneficios que da la ley, se ha dejado claro que el agravante de género debe aplicarse en todas y cada una de las causas de violencia machista, haya o no asesinato. En la actualidad, sólo se ha aplicado en un 67% de las penas.