La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, ha anunciado la equiparación de las ayudas a las víctimas de la violencia machista con las que reciben las víctimas por terrorismo. Esta medida, que se tramita en las Cortes Valencianas, ha permitido que las cuantías pasen de 6.000 a 75.000 euros. Las nuevas ayudas para familiares de las víctimas mortales se repartirán al 50% entre los hijos y la pareja actual de la mujer.
Según ha destacado Mónica Oltra, esta es una de las medidas previstas en el Pacto valenciano contra la Violencia de Género 2017-2022, que en su primer aniversario ha logrado que el 76% de las medidas previstas ya estén en marcha. Cuando la consecuencia de la agresión machista es una incapacidad laboral permanente absoluta (54.000 euros) o una gran invalidez (150.000 euros) y se les concederán también a aquellos que resulten asesinados o incapacitados por ayudar a una mujer que esté siendo agredida
La vicepresidenta ha querido destacar, igualmente, que en 2019 se mejoran las ayudas de emergencia para las mujeres víctimas de violencia machista, que pasan de 200 a 2.205 euros en el caso de las que se otorgan para cubrir necesidades básicas; de 2.000 a 2.940 para alojamiento; de 500 a 735 euros para transporte o desplazamiento y de 2.000 a 2.205 para seguridad y protección.
Estas medidas han tenido que ser modificadas tras el rechazo de decenas de organizaciones feministas ya que en un principio las normas priorizaban la recepción de las ayudas en la pareja de la víctima sobre las hijas e hijos. A través de un comunicado, las organizaciones mostraron su “radical oposición a que se priorice en su percepción a la pareja actual de la víctima y de forma excluyente frente a los descendientes. Esta propuesta es contraria a la Ley estatal de ayudas a víctimas de delitos violentos, y también al Convenio de Estambul y medidas contenidas en el Pacto de Estado de 2017”.
Las organizaciones feministas solicitaron que se procediera a la inmediata rectificación del proyecto en este punto, “priorizando a laos hijos y las hijas de las victimas mortales de la violencia de género como beneficiarios de estas ayudas, de acuerdo con la legislación vigente”. Los colectivos feministas, no obstante, saludan “favorablemente con carácter general esta iniciativa por cuanto reconoce expresamente ayudas económicas a las víctimas de la violencia de género y por lo tanto inician un camino de reparación del daño en los casos más graves que coincide con las demandas que desde el movimiento feminista se llevan haciendo hace años.”
Servicio ambulatorio para víctimas de la violencia machista en las zonas rurales
Otra de las acciones que ha anunciado Mónica Oltra es la puesta en marcha de un servicio ambulatorio para la atención de las mujeres víctimas de violencia de género en los municipios del interior de la Comunitat Valenciana, que tendrá en cuenta las «particularidades de las zonas rurales». La puesta en marcha de este servicio parte de los resultados del estudio que la Conselleria puso en marcha en 2017 para hacer un diagnóstico de la situación de las mujeres en el mundo rural y su percepción frente a las agresiones machistas, «que pone en evidencia que el rechazo frente a este tipo de violencia es similar al que existe en el ámbito urbano, pero también constata la existencia de ciertas diferencias».
Las mujeres, en el ámbito rural, están sujetas a un mayor control de la comunidad, ya que «las opiniones y creencias comunitarias tienen más peso frente a las individuales» y tienen una menor percepción de las formas discriminatorias, existen menos oportunidades laborales, lo que las aboca a mayores desigualdades socioeconómicas y carecen de servicios especializados en materia de violencia de género.
«Ante esta realidad, hemos considerado necesario articular un recurso con una doble función, por un lado que de una atención especializada que permita una intervención in situ con las mujeres víctimas de violencia machista y sus hijos e hijas, y por otro que ofrezca ayudas para la transición hacia una vida independiente y lucha contra la feminización de la pobreza», ha indicado.