Mucho se ha hablado de los datos del CIS desde que José Félix Tezanos está al frente del organismo demoscópico del Estado. Narciso Michavila explicó que los datos finales eran la aplicación de una simple regla de tres realizada como proyección, lo que es cierto. El director del centro adujo, entonces y ahora, que él no estaba para hacer brujería demoscópica sino que presentaría los datos en bruto para que no hubiese problemas. Desde entonces, una vez pasada la sorpresa inicial, así ha sido. Se presentan los datos de voto más simpatía que se ponderan mediante una regla de tres para ajustarlos al voto que se produciría. Esto es quitando la abstención. Hemos decidido verificar los datos y resulta que Tezanos no sabe sumar. Bueno, más bien no sabe hacer cálculos e introduce errores demoscópicos.
Los datos del CIS nos presentan una primera tabla donde se ofrecen los datos en crudo, según han sido expresados por las personas que han sido consultadas. Aquí el PSOE obtiene un voto del 19,4%; el PP un 11,5%; Ciudadanos un 11,4%; Unidos Podemos un 11%; Voto en blanco un 4%; Vox un 1,7%; y así para el resto de partidos regionales. Los que aún no tienen decidido si votarán, no votarán o a quién votarán son el 56,2%. Para tener más datos prospectivos se pregunta por su simpatía hacia los partidos, al igual que para ver el voto oculto se pregunta por otra preferencia electoral en caso de no acabar votando por la opción que se dijo de primeras.
La simpatía entre las personas que no contestaron a la primera opción marca que el PSOE podría añadir (siempre en condicional) un 4,47%; el PP un 2,81%; Ciudadanos un 2,47%, Unidos Podemos un 2,85% (en datos ponderados por el peso en la encuesta). Y aquí encontramos un primer error o despiste no aparece ningún dato supletorio para Vox o PACMA, por ejemplo, cuando sí aparecen partido vinculados al PP como UPN o al PSOE como Nueva Canarias, o IU/Podemos por separado de Unidos Podemos. ¿Se está ocultando información? No es factible, pero a la vista de los datos de Andalucía (y otros sondeos demoscópicos anteriores) es extraño que no se haya metido a Vox, lo que supone un error demoscópico grave. Privan sin pretenderlo de unos datos que podrían ser clave, pues las personas tienden (esto se explica en las clases de Técnicas de Investigación Social) a guiarse por la visión sólo a lo que le muestran.
Otro problema añadido es que esta situación genera una abstención sólo del 17,8%. O lo que es lo mismo votaría el 82,2% del censo, algo que no se produce casi nunca. Se da así una proyección de voto más simpatía lejana de la verdadera realidad. No es brujería pero es engañarse en el solitario sin duda. Si añadiésemos como abstención los que no contestan a ninguna de las preguntas y los que no saben aún, la cifra sería del pasaría al 22% de abstencionistas y el 78% de participación, poco probable pero más cercana la realidad. Aunque se estaría cometiendo un fraude porque realmente esas personas no están diciendo que votarían en sí. Por tanto, los datos de voto más simpatía siendo valiosos, sin depuración y sin algoritmos de proyección, se quedan cojos. No es hacer brujería pero tampoco faltar a la realidad que es lo que hace el equipo de Tezanos al no filtrar nada (filtrar es parte del trabajo sociológico, por cierto).
Lo grave que se puede ver es lo que viene a continuación. Tezanos y su equipo hacen una ponderación, en base a una regla de tres, sobre los defectuosos datos anteriores en base al voto válido, esto es, quitando los votos, la abstención y ¡¡¡los votos en blanco!!! No sólo hemos detectado que se hacen los cálculos ponderados de la simpatía un poco de aquella manera (aunque las diferencias son de décimas) sino que el voto en blanco es obviado al ponderar cuando es voto válido y, por ello, proyectable. De hecho, siguiendo el mismo procedimiento de Tezanos, nos sale que habría un voto en blanco del 5,21%. No hace ponderación y lo deja en un 4% cuando sí pondera los votos a los partidos. ¿Por qué quita el voto en blanco cuando es válido y las magnitudes no es que se deprecien tanto? A saber. Lo que demuestra es que Tezanos y su equipo no saben sumar o se olvidan de sumar los datos porque haciendo las cosas bien el sumatorio sale 103. Vamos que no cuadra.
Puede ser una buena idea presentar los datos en bruto y que cada cual saque sus propias conclusiones, pero hacer la regla de tres sin contar todos los parámetros es hacer trampas. No se puede pasar de la brujería a las trampas porque, por el camino, queda el desprestigio de una institución como el CIS, el cual ha sido santo y seña para los investigadores sociales. Bien que no se quieran aplicar algoritmos, ni modelos de proyección sumamente fiables, pero de ahí a no saber sumar tampoco. Habría que presentar los datos como en la imagen que acompaña este texto sin más, sin reglas de tres falseadas al quitar votos válidos y con una abstención imposible. Y si hacen proyecciones ya sabemos que hay que quitar 7-8 puntos al PSOE siempre… como ha pasado en las andaluzas.