Lo habíamos advertido hace tiempo. Gabriel Amat (PP) estaba mintiendo a la Junta de Andalucía y quería utilizar la Residencia Asistida (para enfermos grandes dependientes) para fines espurios y que por ello la tenía medio cerrada. Cuando denunciamos que Ángel Escobar y Amat estaban habilitando el ala de Poniente para dar cursos de formación, desde la Diputación se dijo que no, que era mentira y que aquello eran reformas de la propia Residencia. Pues no. No mentíamos y como pueden comprobar en la imagen que adjuntamos se ha instalado una Escuela Taller y un Taller de Empleo en la Unidad de Poniente. Ahora igual Javier Aureliano García, actual presidente de la Diputación de Almería, nos dice que sólo son carteles que han puesto por equivocación. Pero no, son carteles que indican bien a las claras lo que le importan a la institución los enfermos.
Amat y su delfín García han estado años diciendo a la Junta de Andalucía que le quitasen enfermos porque la Residencia estaba en malas condiciones, incluso se llegó a rumorear un brote de salmonella, y por eso no podían acoger más a grandes dependientes, con lo que aumentaba la lista de espera pues tampoco había más alternativa que una residencia privada para quien pudiese pagarla. La Junta de Susana Díaz tragó con la mentira y descuidó la labor de vigilancia debida, pues al fin y al cabo el coste lo paga en buena parte, no el mantenimiento del edificio. También han tenido engañados a los familiares a los que prometían que esas obras eran para acondicionar las alas de Poniente y Levante para que los enfermos estuviesen mejor. Mentira tras mentira cuando lo que estaban haciendo era arreglar un ala para poner un centro de Formación.
Es evidente que en el centro de formación reciben más dinero de distintas instituciones, no se quedan por las noches y sacan rédito. Los enfermos dependientes, sin embargo, son una molestia según parece porque se cubren los gastos y no pueden vender alguna política con ellos y ellas. Imaginen a las personas que acuden a los cursos y talleres de trasiego todo el día, mientras al lado hay enfermos a los que se quiere dar una salida digna de esta vida. Gente entrando y saliendo de la residencia, cuyos jardines son mejorables por cierto, y esas personas viendo el circo que han montado desde la Diputación provincial. Lo curioso del caso es que decían que mentíamos, como con las comidas claro, y lo habían promocionado en su propia web con palabras de la diputada de Promoción Económica y Empleo, Carmen Belén López.
Mienten porque, como dijo el señor Amat, en cuanto se terminasen las obras ampliarían las plazas y los residentes que están hacinados volverían a Poniente. Es más, sería interesante saber cómo han podido acreditar la Unidad de Poniente como lugar para impartir cursos si hace sólo unos meses estaba casi a punto de caerse el edificio. Es de suponer que el Ayuntamiento de Almería habrá dado la viabilidad. Pero lo que demuestra esto es que al PP las personas le importan poco, sólo el dinero les interesa. Dicen defender a la familia pero deben ser sólo las suyas porque estas personas enfermas van a tener que soportar el ruido y el paso de los cursillistas.
Cerraron parte para los enfermos, eso decían, y dentro de nada estarán impartiendo cursos e utilizando la residencia de lugar de experimentación laboral. Esperemos que no quieran hacerlo también con los enfermos, aunque estando detrás el PP de Almería todo podría ser. Da igual que esté Amat que García, en la Diputación de Almería la Residencia Asistida molesta y quieren quitársela de encima como puedan y en cuanto puedan. Un edificio que estaba casi en ruinas como decían en los Plenos y ahora acoge fines para los que no se creó. Cuando pase algo, algún día, veremos si los familiares no tienen que acudir al juzgado por lo penal y alguno/alguna acaba en prisión.