Entramos en la recta final de la campaña electoral cuyo desenlace tendrá lugar a partir del 28 de Abril, pero todavía hay mucho voto por decidir. El debate es crucial y necesitamos profundizar en la dialéctica entre el Capitalismo defendido por los grupos de Derechas, y el Socialismo, que está representado por las izquierdas. Son dos bloques definidos y radicalizados, como se explicará en este artículo y en las conclusiones finales, no solo aquí, sino a escala mundial.
Pese a que los datos macroeconómicos confirman que las desigualdades entre ricos y pobres crecen, algunos estrategas de la burguesía, prestigiosos economistas a sueldo del capitalismo, niegan la “Teoría de la Miseria Creciente” que desarrollaron los economistas críticos, que explicaron la necesidad de analizar los problemas “globalmente”, para poder actuar “localmente”.
El eminente economista alemán Werner Sombart (1863/1941) que fue en su época de juventud defensor de las teorías de Marx y Engels, luego evolucionó hacia la derecha y terminó siendo conservador, intentando negar ese aspecto y el resto de las tesis del marxismo. Luego se demostró que se precipitó en los procesos históricos, cuando dijo: “Carlos Marx profetizó: 1) La miseria creciente de los trabajadores asalariados. 2) La concentración general con la desaparición de los artesanos. 3) El colapso catastrófico del capitalismo. Nada de eso ha ocurrido”. (…) “La compra de fuerza de trabajo asalariada, (aseguraba Sombart en 1928) ha crecido en proporción directa a la expansión de la producción capitalista”.
Sombart y muchos otros analistas se basaron en los ciclos del auge del capitalismo y no profundizaron en el proceso recesivo completo. Tanto se precipitó este “eminente exmarxista” que al año siguiente de sus tesis queriendo derrotar a Marx, se produjo el colapso del Capitalismo de 1929 que fue la causa de la II Guerra Mundial.
Analicemos algunos datos actuales breves de los tres puntos citados
1.- Miseria creciente.
Según la Organización Mundial de la Salud (7-2-18) “Más de 844 millones de personas carecen de servicios básicos de suministro de agua potable”. Se calcula que la contaminación del agua provoca más de 500.000 muertos por diarrea al año, sobre todo niños. Las aguas contaminadas transmiten enfermedades, como el cólera, disentería, tifus, etc. En el año 2000 ya había 500 millones de personas que vivían en 31 países afectados por la escasez de agua y comida. En 2019 (19 años después) “más de 2.000 millones de personas NO tienen acceso a agua potable ni saneamiento. (Noticias ONU 18-3-19).
Cerca de 3.000 millones de personas tienen dificultades para alimentarse dignamente y más de 1.500 millones sufren hambrunas y enfermedades que se podrían curar. Unos 1.000 millones de niños en todo el mundo son pobres. Según UNICEF, 22.000 niños mueren cada día a causa de la pobreza. Una cuarta parte de la población humana, o sea 1.800 millones de personas viven sin electricidad. El 80 % de la población mundial vive con menos de 10 dólares al día. Según OXFAM, para combatir la pobreza se necesitarían 60.000 millones de dólares al año. Mientras tanto, Trump aprueba para EEUU unos presupuestos de guerra de 716.000 millones de dólares para 2019, o sea 12 veces más de lo que costaría quitar el hambre mundial. “El 10 % de la población mundial, 736 millones de personas son extremadamente pobres y sobreviven cada día con menos de 1,90 dólares”. (Mapa de pobreza mundial. ONU 2019).
2.- Concentración general de los capitales y desaparición de los artesanos.
“La acumulación de la riqueza en un polo es la consecuencia, al mismo tiempo de la acumulación de miseria, el sufrimiento en el trabajo, esclavitud, ignorancia, brutalidad, degradación mental, es decir, para el lado de la clase obrera que produce sus mercancías en la forma de capital”. Eso dijo Marx en la “Teoría de la miseria creciente” que sigue siendo sometida a ataques por parte de los capitalistas y reformistas.
Actualmente el patrimonio del 1 % de la población mundial, los archimillonarios cuya riqueza se valora en más de UN millón de dólares, poseen tanto dinero líquido o invertido como el 99 % restante de la población del planeta. Esa enorme brecha entre privilegiados y los pobres, lejos de cerrarse, sigue creciendo de forma mucho más acelerada en cada recesión. En 2015 se batió el récord histórico de fusiones y concentraciones de capitales de las grandes empresas, por un valor de 4,2 Billones de dólares.
La concentración de los capitales en su fase imperialista, con una acelerada tendencia al monopolio, ha creado multinacionales que con las nuevas tecnologías y la robótica, están haciendo colapsar y desaparecer al artesano y al pequeño campesino. Por ejemplo: están teniendo una incidencia significativa en los procesos de fabricación de los sectores del automóvil y el desarrollo industrial, expulsando a millones de obreros por excedentes de mano de obra, arrojándoles al paro que se hace masivo y crónico.
Igualmente está ocurriendo con la mecanización en agricultura, minería, transporte, exploración espacial, navegación no tripulada, navegación marítima con enormes buques ciudades flotantes que portan miles de personas. Se recortan presupuestos para I+D+i, que perjudican a la salud, educación, servicios sociales y el resto de sectores lo privatizan para beneficio de una minoría de burgueses y archimillonario con gran perjuicio de la ciudadanía.
3.- El colapso catastrófico del Capitalismo.
Los colapsos catastróficos de la economía capitalista vienen siendo ya habituales a través de la historia. El “libre mercado” funciona de forma anárquica con auges y recesiones permanentes desde sus inicios. El gran colapso se produjo tras el auge que se dio durante el período de 1896 a 1914, cuando el capitalismo se desarrolló y luego colapsó produciendo la I Guerra Mundial. Posteriormente al destrozo y la matanza, se produjo el auge de entreguerras, cuando luego explotó la virulenta crisis de 1929, que fue tan profunda que desembocó en la II Gran GM por el surgimiento de los fascismos.
Los regímenes fascistas llevan simplemente al máximo los límites de la decadencia y la involución en la fase del capitalismo imperialista a base de destruir lo producido y exterminar parte de la clase obrera que les sobra.
Los burgueses lo creen indispensable cuando existe una degeneración del capitalismo que hace desaparecer la posibilidad de mantener ilusiones con respecto al crecimiento del nivel de vida de la clase trabajadora. La dictadura fascista significa el reconocimiento claro de una tendencia al empobrecimiento de las masas, que intentan ocultar las llamadas “democracias burguesas” en los países más prósperos, pero cuando fracasan utilizan el Golpismo Militarista.
Tanto Hitler, Musollini, Franco y demás Dictadores perseguían a las organizaciones y a los socialistas, comunistas y la oposición en general, empezando por judíos, gitanos y otras étnicas que no fuese “su raza blanca”. Los “neonazifascistas” lo continúan haciendo con tanto odio y violencia, porque precisamente es el régimen capitalista químicamente puro llamado fascismo al que esos elementos añoran y necesitan para machacar a la clase trabajadora y destruir sus organizaciones.
Ocurre sustancialmente igual en las “democracias burguesas” como en las “dictaduras militares”. En todas partes, bajo el capitalismo, los ricos utilizan la “manteca” para engrasas y poner a puntos los “cañones”, en el permanente dilema que explican los “conomistas “mercenarios” cuando en su literatura llena de hipocresía y falsificaciones hablan de que siempre hay que optar entre “cañones o mantequilla”, cuando en realidad todo ello sale de las plusvalías que le siguen robando al asalariado, pues el “trabajo es la fuente de todo valor”.
La lucha permanente y desesperada de la clase trabajadora por un mundo mejor es la consecuencia irresistible de las crisis agónicas de este sistema capitalista en su fase imperialista. El capitalismo no admite reformas parciales, porque los remiendos y parches que les hacen no sirven para nada.
El proceso evolutivo de la historia ha llegado a una etapa decisiva en la que necesita la intervención directa de la clase trabajadora organizada para superar los obstáculos de la reacción y asentar las bases de un nuevo modelo de economía superior.
Ello significa la superación de la propiedad privada de los grandes medios fundamentales de la producción, que es el requisito previo para desarrollar una economía científica y planificada. Es el momento histórico para la introducción de la razón en la esfera de las relaciones humanas, tanto a escala nacional como internacional.
Cuando se inicie la transformación socialista con democracia participativa plena, en cualquier país desarrollado, se podría extender a un país tras otro con una fuerza mil veces mayor que cuando se produjo la Revolución Industrial Burguesa, aquella época del “liberalismo floreciente” que ahora se ha vuelto dialécticamente en su contrario, siendo Reaccionario, caduco y agónico.
Con la Solidaridad y el ejemplo de los países desarrollados más avanzados, los pueblos atrasados serían arrastrados por la corriente de un Socialismo con Democracia y Solidaridad entre los pueblos. Las barreras aduaneras caerían una tras otra porque el sistema de “nacionalismo económico” que está implantando Trump desde EEUU está carcomido por la corrupción, el saqueo, las mentiras y las guerras.
Las contradicciones y enfrentamientos “nacionales” que despedazan a Europa y al resto del mundo, encontrarían una justa solución natural y pacífica dentro de un marco del Federalismo de los Estados Unidos Socialistas de Europa, para que, en unión de otras Federaciones del resto de los Continentes, podamos avanzar hacia la Confederación Socialista Mundial de los pueblos Democráticos, con Libertad y Paz. Ese es el objetivo de Igualdad y Libertad que necesita la Humanidad, porque con guerras y explotación, que es el método clásico del capitalismo, ningún pueblo podrá encontrar la solución.
En estos momentos clave, donde estamos llamados a las urnas el próximo 28 de abril, es fundamental, no solo escuchar los debates e incluso examinar los programas que cada fuerza presenta, sino profundizar en el conocimiento para decidir cuál de los dos Bloques que se enfrentan, el representado por PP, C’s y Vox, que nos orientan claramente hacia la reacción de derechas y la catástrofe, o el que pudiese estar formado por PSOE + Unidas Podemos y sus confluencias, que está orientado hacia el futuro del Progreso y el Socialismo.
Si quieres que aumente la DESIGUALDAD, Vota a la Derecha. Si quieres que avancemos hacia la IGUALDAD, Vota a la Izquierda. Mi preferencia es clara: ¡Votaré a la Izquierda¡. ¡Y tu voto lo decidirás tú¡