Mal deben ir las cosas en el independentismo cuando ya atacan hasta a la izquierda que defiende el derecho de autodeterminación, aunque también defienda a la clase trabajadora, a los desfavorecidos y se enfrente a la burguesía catalana. Desde que se supo que Ada Colau podría seguir en la alcaldía de Barcelona con el apoyo de los partidos no secesionistas (Manuel Valls se ha decidido sin poner condiciones), desde las posiciones independentistas han saltado al cuello de la alcaldesa en funciones. No tener asegurada la alcaldía para el secesionismo, en la cabeza de la izquierda caviar catalanista de Ernest Maragall, les ha provocado una urticaria que quieren aliviar con la pomada del ataque a las fuerzas de izquierdas.
Eso ha ocurrido con Óscar Guardingo, histórico sindicalista y exsenador de Podemos, que se ha visto atacado, primero, por Gabriel Rufián y, después, por el resto de cargos de ERC. Todo ha comenzado con uno de esos tuits del portavoz republicano que lanza, urbi et orbi, contra aquellas personas que no piensan como él. “Podemos seguir dentro de este bucle eterno y cainita matándonos entre nosotros o intentar que las izquierdas realmente rupturistas con el Régimen del 78 gobiernen por primera vez la capital de Cataluña” ha dejado por escrito metiendo presión a Colau. El tuit tiene su gracia porque lo dicen desde ERC, ese partido que Tarradellas llevó al Régimen del 78 con toda la alegría del mundo, y ese mismo partido que quiere a un Maragall que ha hecho carrera en el Régimen del 78 hasta que se peleó con las gentes del PSC y que de izquierdas tiene lo justo (la gauche divine como mucho).
Esto es lo que le ha recordado Guardingo al responder que se puede “tener una alcaldesa de izquierdas o a Ernest Maragall”. No sólo es que Maragall sea lo más representativo de la burguesía barcelonesa sino que habría que pactar con JxCat que es la propia burguesía catalana. Guardingo defiende una alcaldía de izquierdas, aunque el PSC sea más rosa que rojo, y no una entente que sirva para un fin espurio como es blanquear al independentismo de derechas. Una alcaldía que sólo sirva para hacer propaganda de una causa dejando a las personas tiradas. Lo que pasa en toda Cataluña pero concentrado en la capital para tener mayor proyección publicitaria. Y a esto el dirigente de izquierdas no está dispuesto. Normal que diga, para escarnio de los republicanos, que “NO es lo mismo ERC invistiendo a Artur Mas que Valls invistiendo a Colau. El resultado es radicalmente diferente”. Un claro no a las élites del procés.
No sólo ha contestado a Rufián también ha tenido palabras para Elisenda Alamany, otra de esas traidoras de la política española que se quedan con el escaño pero se pasan a los contrarios, o Roger Palà (ERC) “La “intelectualidad” orgánica de ERC al rescate del Procés” ha dicho el exsenador. Esto último ha terminado de enfurecer a Rufián que ha empezado a hablar de la izquierda caviar, a lo que Guardingo ha contestado: “¿Quién habrá comido más kg de caviar en su vida, Valls o Maragall? Lo que es seguro que no será Colau” a lo que ha añadido “el Procés de casa en la Cerdanya y verano en Cadaqués dice no sé qué del caviar”. Como contestación Rufián le ha recordado que nació en una familia humilde y que como sigan así el desastre será total para Podemos. La discusión ha aumentado y le ha recordado Guardingo a Rufián que en su barrio ERC sólo saca el 9% y que “penoso sacar la biografía de los padres, porque él solo hizo de capataz en una ETT y de masovero del Procés”.
Ante esto se ha lanzado Rufián a atacar el pasado sindicalista de Guardingo: “No todos tenemos la suerte de ser liberados sindicales de multinacionales 20 años y poder elegir dónde, cómo y cuándo trabajar camarada”. Algo que no es cierto y que gustosamente le ha recordado, recordándole a Rufián que su izquierda igual no es izquierda: “La suerte de ser obrero en SEAT te la explican Rufián y Baños. Desde 2003 en una fundición, 5 años estuve liberado 40 horas al mes (2 al día) en CCOO. Mucho orgullo de mis compañeros y de haber echado una mano en el sindicato, sin haber explotado a nadie de capataz de la ETT”. Porque el republicano parece desconocer que es metalúrgico Guardingo y ya si supiera lo que es un sello U sería brutal para el obrero del procés. Y ya ha comenzado el cachondeo con Rufián: “No es un vividor, porque sus padres trabajaron. Filosofía Rufián”. O recordarle que su antisindicalismo es parecido al que mantienen en Libertad Digital.
La periodista Pilar Carracelas se ha lanzado a defender a Rufián señalando a Guardingo como “Los que desde el Senado prestáis con vuestro discurso un servicio a las prioridades del IBEX, en cambio, no es ser masovero. Es ser el Che Guevara”. Una pena que la señora Carracelas nunca haya pasado por el Senado para ver los temas tratados por Guardingo. Igual hasta se sorprendería que en ningún momento sirvió al Ibex, más bien todo lo contrario. Curiosamente los procesistas sí que hacen el juego a la burguesía catalana, por eso la clase alta y medio alta vota mayoritariamente a ERC. Lo curioso, es que para rematar la faena, los secesionistas enfadados califican a los sindicatos de aristocracia (les ha faltado obrera). Lo que deja claro que la independencia es inmanentemente burguesa y neoliberal. Han cansado hasta a la izquierda catalanista y que apoyaba que pudiese haber un referéndum con todas las garantías. ERC ha enseñado la patita burguesa y contra sindical y Guardingo ha ayudado a desvelarlo. O estás con ellos, o contra ellos y eres señalado.