El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha trasladado esta tarde a Felipe de Borbón en el Palacio de la Zarzuela que la mejor forma de abordar los retos que tiene España es a través de “un Gobierno que parta de un acuerdo estable” y esto pasa “por uno que sea ineludiblemente de izquierdas y que cristalice en un acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos”.
Para Garzón, “lo deseable es que haya un Gobierno de coalición con un buen acuerdo programático previo”, aunque aclaró que “sin conocer la posición del PSOE”, que hasta el momento no ha abierto canales concretos de diálogo, especular con el sentido del voto en la investidura es “hacer castillos en el aire”.
Señaló, además, que no está en su mano decir aún cuál será el sentido del voto de los diputados y diputadas de Izquierda Unida, porque en esta formación “las decisiones se toman de forma colectiva en órganos muy amplios, cuando no haciendo una consulta entre las bases”.
Puntualizó que “los millones de votante de Unidas Podemos merecen un reconocimiento y que entendamos que en cualquier negociación no hay nada gratis”, sobre todo porque esta candidatura representa “una serie de programas e intereses” y “tenemos unas exigencias”.
Explicó también que había comentado con Felipe de Borbón que la otra posibilidad sólo puede pasar “por un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos el cual, aunque den los números para ello, solo supone más continuismo y más políticas de derechas, como se vio en el acuerdo al que llegaron en 2016. Supondría ahondar más en los problemas que tiene nuestro país”.
El máximo responsable de IU hizo estas valoraciones durante la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los Diputados tras la entrevista que mantuvo con el jefe del Estado, en el marco de las consultas previas a la sesión de investidura del próximo presidente del Gobierno. Calificó el encuentro de “muy cordial”, fruto de la “relación razonablemente buena” con su interlocutor -al que en todo momento se ha referido como “ciudadano Felipe de Borbón”-, todo ello teniendo claro ambas partes la “opción republicana sobre el modelo de Estado que defendemos”.
Alberto Garzón ha desvelado que durante la conversación llegó a trasladar a su interlocutor que el discurso televisado que dio el 3 de octubre de 2017, dos días después del referéndum en Cataluña del 1-O, fue “un grave error”, según su opinión, ya que contribuyó a ampliar la “escalada de hostilidad” que existía en ese momento “y que no ha cesado todavía”.
Preguntado por los periodistas sobre cuál había sido la respuesta del jefe del Estado, señaló que debido a la “cortesía” propia de estos encuentros no podía reproducir la contestación exacta y se limitó a decir que no incumpliría esa norma si revelaba que Felipe de Borbón “no estaba de acuerdo con mi opinión”.
Garzón explicó que también habían hablado del “reto territorial” al que se enfrenta España y que su valoración pasaba por la necesidad ineludible de que “nuestro país aborde con sinceridad el encaje de las diferentes nacionalidades. Hay que redefinir el modelo para las nuevas generaciones”.
Detalló que entre el resto de cuestiones tratadas estuvo cómo hacer frente “al cambio climático o la situación por la que atraviesa la Unión Europea”, además del encaje de la economía española en la europea. Explicó también que hablaron sobre “el tipo de política que se hace hoy en nuestro país”, y lamentó que ésta esté protagonizada por la “espectacularidad” y tratar los temas “a través de flashes”.