La primera medida, para la que se ha convocado un pleno extraordinario y que parece revestía gran urgencia en el municipio de Móstoles, ha sido aumentar el salario de la alcaldesa, el primer teniente de alcalde, los concejales con delegación y los portavoces de los grupos municipales. En el caso de la alcaldesa su soldada pasa de 70.236,59 euros al año a 82.000 euros. Un 16,75% de aumento de una legislatura a la otra para la misma persona que ostentaba el bastón de mando. En el caso del teniente de alcalde y los portavoces de los grupos parlamentarios el salario pasa de 66.724 euros a 73.800 euros. Los concejales con delegación (que son 11) pasan de 63.212 euros a 69.700 euros. Subidas aprobadas por los grupos de PSOE, PP, Ciudadanos y Más Madrid-Ganar Móstoles, con los votos en contra de Vox y Podemos tal y como han informado medios locales.
Una subida que no tiene explicación al ver las cuantías, pues la alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse del PSOE pasa a ganar casi 5.000 euros limpios al mes si lo contabilizamos en doce pagas. Según Noticias para municipios la excusa para tal aumento de sueldo, que en el caso de la alcaldesa es de 12.000 euros lo que podría ser el salario de muchos y muchas de sus vecinas, ha sido para que “los portavoces, alcaldesa y concejales puedan realizar su trabajo con dignidad”. Una vez más la clase política dando lecciones de estética porque la ética parece ser que se olvidó por el camino. Resulta que ganar cerca de 4.000 euros al mes (salario anterior en doce pagas) impide a la señora Posse desempeñarse dignamente en el puesto de la alcaldía. Lo mismo aplicable a los portavoces de PP, Ciudadanos o Más Madrid que han apoyado esa “nueva dignidad salarial” en Móstoles.
Móstoles es una ciudad de clase trabajadora en su gran mayoría, una de esas ciudades dormitorio que se construyeron a principios de los años setenta, donde parece que la ciudadanía tiene trabajos en los que se desempeñan de forma indigna. Ganar 1.000 euros es indigno sí pero son los políticos que se ponen salarios indignos los que deberían ser consecuentes y no subirse los mismos, ya que no eran malos, antes de procurar que la ciudadanía, que no los súbditos, aumente y mejores sus condiciones vitales. La dignidad no va en el salario habría que recordarle a la señora Posse sino en las acciones y el trabajo desarrollado. Pero si la primera medida es subirse el salario ya está indicando que carece de esa dignidad que reclama. ¿Con 2.500 euros al mes no se desempeñarían con dignidad? Tampoco es que los concejales hayan dejado grandes trabajos para ser concejales o alcaldesa para poder entender eso de la dignidad y el buen sueldo.
Pueden pensar que con lo de los salarios de los políticos se hace mucha demagogia pero hay que tener en cuenta que son ellos y ellas mismas quienes se los establecen sin seguir parámetros racionales, sino sólo por voliciones y sensaciones estéticas. ¿Cuántos gastos puede tener alguien que es representante público en el mismo municipio en el que vive? Pocos o casi ninguno. Por lo que es normal que la desafección con la clase política esté presente en todos sitios. Mientras las personas están pasándolo mal y con estrecheces, no encuentran alquileres decentes, no llegan en muchos casos a final de mes, trabajan más horas de las recomendables y ve como sus representantes les trata como súbditos. Sí como súbditos y no ciudadanos ya que, más siendo de un partido que se dice de izquierdas el de la alcaldesa, hacen y deshacen a su antojo en lo relativo a sueldos, gastos y fastos. Les gusta más la pompa y la circunstancia que a un británico. Decir que se suben el salario para trabajar con mayor dignidad es un insulto a la ciudadanía.