Luego que si Simeone no pone a los jugadores estilosos; que si los árbitros favorecen al Atleti; que si… ¡anda ya! Si les diesen a los jugadores estrella del duopolio lo que dan a João Félix y Yannick Carrasco en los partidos hasta el invento de moinseur Joseph Ignace Guillotine habrían pedido. Pero entre que no tienen casi estrellas ya –Vinicius, balón de oro, parece que se ha quedado en Onésimo-, las que tienen están demodé y las que lleguen ya se verá, nadie vuelve a sacar a colación la protección de los jugadores talentosos. No lo verán en sus programas favoritos de la televisión (en el nocturno seguramente propongan más palos para que se hagan a una liga de “machotes”), ni lo leerán en esa prensa tan imparcial que jamás está a las órdenes del viudo con gafas o el de los pantalones bajados.
No es queja sobre la presión y la entrega de los jugadores del Athletic de Bilbao. Muchos querrían para su equipo ese pelear. Pero cuando llevan años, casi ya una década, diciendo que el Atlético de Madrid, además de ser el antifútbol, es un equipo de guarros, de leñeros, ¡de asesinos!, pues hay que recordarles a esas mismas personas que la ética que antes mostraban deberían aplicarla ahora también, salvo que sean unos fementidos (este palabro seguro le gusta a Miguel Sosa). A João y a Carrasco les están dando este año lo que no está escrito y los árbitros, empero, acribillan a tarjetas a los jugadores rojiblancos. Luego los ilustrados y entrenadores de barra de bar critican que les cambien… y dos semanas de baja.
Cierto que João tampoco es que esté jugando excelsamente. De hecho para una gran mayoría, sin dejar de reconocerle el talento, le achacan tener horchata en vez de sangre en las venas. No obstante eso no es motivo para que le apaleen. En cuanto recibe el balón patadita al tobillo, una y otra vez. Carrasco está demostrando ser decisivo e incisivo por lo que está más expuesto a las patadas bruscas. ¿Han escuchado pedir protección arbitral como no hace tanto se pedía para Messi, Ronaldo, Iniesta o cualquier jugador del duopolio –para Griezmann no lo piden porque se lo quieren quitar de encima? No. Ni lo verán. Pero quien dice João, puede decir Bryan Gil, Guedes, Darwin o cualquier jugador de otro equipo. Ahora ya no hay que proteger a los jugadores talentosos porque, paradojas del destino, no los hay en el duopolio y los que hay ya tienen asegurado el salvoconducto arbitral.
Luego dirán que si al Atleti le ayudan los árbitros (por cierto, el tiempo transcurrido en el juego del fútbol no es como en el baloncesto), pero son muchos años ya de aguantar la parroquia rojiblanca arbitrajes sibilinos. No ese tipo de arbitrajes de error en un penalti, un fuera de juego o la zona dogso. Esos arbitrajes que permiten a un equipo interrumpir el juego sin tarjetas; que lo que para unos es carga legal para otros es empujón; las pérdidas de tiempo (en eso el Recreativo de Huelva era experto hace unos años); los agarrones y codazos en la nuca (jamás le pitaron una de estas a Fernando Hierro); las patadas al tobillo sin tarjetas (¿a que sí Casemiro?); en general ese tipo de arbitraje que desmoraliza al contrario y que los árbitros saben perfectamente utilizar sin que se note. De eso no dirán nada en la prensa del duopolio porque les conviene ahora, igual dentro de un año buscan en la vida de todos los árbitros para ajusticiarles en la plaza pública. Esto último, por cierto, lo más rastrero que puede hacer un periodista.
Rastrero sería hacérselo a todos, pero ya sabemos el resultado que arrojaría si ese estudio del pasado se hiciese de todos. Lo que hacen es mucho peor. Es exactamente lo que hacía Gara señalando objetivos a eta, en este caso a todos aquellos que quieren sacar del sistema, y amenazando a todos los demás