Como algunos siguen llorando porque cierto equipo no les hizo el pasillo, que ni han disfrutado de La Liga del cabreo que llevan, nada mejor que analizar los fríos datos estadísticos. Normalmente la estadística esconde mucho más de lo que desvela. Se empiezan a dar datos sin conexión aparente y se puede justificar cualquier cosa y la contraria. En esta ocasión, empero, con datos globales y relacionados se pueden vislumbrar los intangibles. Esas acciones que, en la marabunta del relato oficial de la prensa del régimen, se pierden.
Si usted es madridista (lo más probable es que no lo sea) pensará que a su equipo lo han machado a faltas, le han dejado de pitar dieciocho penaltis y los árbitros les persiguen. Tanto les persiguen que hasta Mateu Lahoz les hizo el pasillo junto al Cádiz. Algo que ya avisaba de con quién estaba el árbitro. Esa información de los aparatos ideológicos del nacionalmadridismo se distribuye como los sacos de Sanders y funciona, engorda el animal. Lástima que sea más falsa que una moneda de tres euros. Los datos revelan que al Real Madrid le ayudan los árbitros no sólo con penaltis (el segundo equipo al que más han pitado a favor con 12), sino con esas acciones sibilinas habituales.
No les sacan tarjetas ni equivocándose
El Real Madrid viene cometiendo de promedio 10,45 faltas por partido, el Atlético de Madrid realiza dos más (12,48), el FC Barcelona (13,16) o el Sevilla (12,13). Son las faltas pitadas que acaban justificándose como una mayor posesión del balón (algo que no cuadra con las posesiones de Barça y Sevilla que son similares). Si consiguen recuperar el balón 57,11 veces por partido, ganan 8,89 entradas realizadas y cortan 8,84 pases del contrario… comienza a verse que hay cosas raras. El Barça recupera 59 balones y cortan pases y ganan entradas de forma similar. Con una defensa similar el Real Madrid ha recibido 76 tarjetas amarillas, mientras que el Barça ha recibido 88.
El Sevilla con menos faltas de los tres seguidores recibe 91 tarjetas amarillas y el Atlético 103 con sólo ochenta faltas más que el Real Madrid. Una diferencia de casi treinta tarjetas. Lo que indican todos los datos juntos es que al equipo de su florentineza se le permite más en el terreno de juego. Si se miran las tarjetas rojas la situación ya asusta. El Real Madrid no ha recibido ninguna expulsión (y no es porque no se hayan merecido), el Barça ha visto como le han expulsado a 5 jugadores, el Sevilla a 4 y el Atleti a 7. Normal que pueda algún equipo poner en práctica la intensidad (más allá de los batidos de Pintus) y otros vayan con el freno de mano. En cuanto aprietan como hacen los de blanco tarjeta al canto. El Atleti es el equipo número 17 en faltas y el cuarto en tarjetas.
Aparatos ideológicos cubriendo a los árbitros
En lo respectivo a penaltis el Real Madrid ha sido favorecido con 12 a favor por 5 en contra (curiosamente la mayoría pitados cuando La Liga estaba decidida). Luego se quejan de que les pitan pocos. Se quejan los aparatos de propaganda, claro, pues son ellos los que crean el entorno adecuado para que, por un lado, los colegiados estén acongojados al arbitrar y, por otro lado, la masa blanca crea lo que dicen. Lo segundo no es más que una técnica comunicativa, el peligro es que se extiende hacia otros aficionados de equipos fuera del duopolio. Lo primero es una forma de adulteración de la competición porque los árbitros saben que si se equivocan en favor del Real Madrid (y el Barça) la prensa les va a apoyar (y por ende la RFEF y el CTA también) y si criminalizan a los demás es gratis.
No pitar cinco penaltis al Atleti es gratis y además es gustoso para un buen número de colegiados que apestan a azufre de la castellana (que pitan en contra sabiendo que están protegidos). Y las gentes de provincias (perdón por este calificativo que puede ser grosero) se tienen que aguantar porque la prensa madrileña y madridista controla los medios. Las jugadas raras o peliagudas de un Betis no se verán en televisión, ni las del Atleti o el Valencia. Sus resúmenes son poco menos que soltar cuatro imágenes y ya. Eso sí, si les toca contra el equipo blanco verán hasta el insulto de un estúpido que están en la grada más alta y dice que Vinicius es gilipollas.
¿Por qué creen que los medios madrileños la han tomado con la afición del Atlético de Madrid en las dos últimas semanas? Porque se han rebelado y no aguantan más la pestilencia de los aparatos ideológicos del duopolio. Se vienen organizando y creando una comunidad de información sobre el equipo fuera de los canales habituales. Y porque están señalando a todos los mamadores del poder. Uno tras otro. De ahí que digan que la afición está llena de radicales. No, personas lo suficientemente adultas de mente para saber que todos y cada uno de ellos están al servicio de su florentineza, lamiendo el culo con probada solvencia, por cierto. No quieren que eso se extienda a las aficiones de otros equipos. Pues tienen Cholo para un año más.