No hay grandes movimientos en casi ninguno de los mercados futbolísticos de Europa. Salvo las consabidas excepciones de la Premier League, algún equipo alemán y los equipos-Estado como PSG y Real Madrid, no hay donde rascar, ni dónde colocar a los jugadores con los que no se cuenta. El Calcio y La Liga son el paradigma de esa estrechez económica. Operaciones que deben ser precedidas de ventas; cesiones con opciones de compra que se sabe no se ejecutarán; e intercambios de jugadores simulando ventas.
La Premier League parece ser extraterrestre por los movimientos que se están produciendo. Tienen el fichaje más caro, hasta el momento, de Darwin Núñez por casi 90 millones de euros. Han fichado al deseado Erling Haaland poniendo billete sobre billete. Y han quitado algún fichaje a equipos de tronío y jugando Champions desde equipos de mitad de la tabla. Moviendo esos cuatrocientos millones, hasta el momento, ¿por qué no ha generado un efecto en cadena en el resto de Europa? Porque muchos de los fichajes son internos. El Manchester City cuadrará sus cuentas con las ventas de Sterling y Gabriel Jesús a Chelsea y Arsenal. El Liverpool ha vendido al Bayern de Múnich (otros que sí tienen capacidad económica). El Tottenham fichará a Richarlison desde el Everton…
El Manchester United sí podría meter dinero en el sistema no inglés, pero de momento son operaciones medianas, no suficientes para mover todo el engranaje. No hay dinero y se nota. Tras la etapa donde se abrió la mano por la pandemia, ahora llega la resaca de la realidad de la carencia de liquidez. Viendo todos los fondos de inversión sobrevolando el fútbol como verdaderos buitres, se nota que sigue siendo un negocio que mueve dinero, se puede percibir que lo que falta en estos momentos es eso, dinero. En España es patente en el caso del Atlético de Madrid y Sevilla (por no hablar del otrora poderoso Valencia). En Italia el campeón Milán no puede acometer grandes operaciones y así por todos lados.
Los jugadores libres no se colocan
Se están produciendo fichajes evidentemente, pero la mayoría por los buenos jugadores no pasan de 45-50 millones con bonificaciones. El resto muchos 5-10 millones. Lo más increíble de todo es que existiendo una gran cantidad de jugadores que quedan libres, por lo que no habría que pagar traspaso, no estén siendo anunciados casi en cascada. Se sabe que Axel Witsel lo tiene hecho con el Atlético de Madrid, por ejemplo, pero hay muchos otros que no encuentran encaje en ningún sitio. Y no porque sean malos, que también los hay, sino porque no hay forma de encajar sus salarios en plantillas saturadas por los excesos del pasado. En muchos casos han ido de listos para trincar unos buenos millones en salario y prima de fichaje y no hay dinero, ni ganas de soltar una morterada. Dybala, jugador de calidad, no logra colocarse en ningún equipo bueno de momento.
Los sueldos excesivos que se han pagado, por culpa de ciertos equipos que han ido “tocando” a muchísimos jugadores (con la ayuda en casi siempre de los representantes de los propios jugadores), ya no se pueden asumir. Salarios netos de 8-10 millones de euros no encajan ya ni entre los equipos habituales de Champions, salvo las conocidas excepciones. También las cantidades que se piden en algunos casos no serán abonadas. Pagar 20 millones por un lateral normalito está fuera de mercado, por ejemplo. Los jugadores libres acabarán aceptando lo que llegue (ahí tienen a Cavani que con suerte acabará en un equipo mediano) y los que tengan urgencia por vender abaratarán por lo que quede de amortización y poco más.
Luego está la prensa que se dedica a vender mucho humo porque tienen que vender periódicos. Que si se ha sondeado a este o aquel, pero en realidad nada, aire. Incluso los que venden que el FC Barcelona (que arrastra un desfase contable de 400 millones de euros confirmados por Joan Laporta) gracias a la primera palanca podrá fichar sin medida mienten. Laporta ha salvado dar pérdidas en el ámbito de la temporada futbolística pero tiene que cuadrar las cuentas en el ejercicio contable anual. Y más importante tiene que dar salida a un montón de jugadores con sueldos astronómicos. Jugadores que no encuentran salida, por cierto. Si llega Lewandoski, bajo la permisividad de Tebas, será un triunfo.
No hay que ver esta situación de manera negativa, igual puede suponer un paso hacia la mayor presencia de canteranos en equipos de Champions. Mientras la inflación asola Europa, el fútbol europeo tiende a bajar los precios reales de compra. A cualquier equipo mediano le basta con decir “son 40 kilos” para espantar a un equipo más poderoso. Igual se acaba el mercadeo de equipos que tiran con pólvora del rey empequeñeciendo a sus competidores de las propias competiciones. Igual comienza a haber más nacionales en cada equipo. Nada está escrito pero es evidente que salvo la Premier League y dos o tres equipos-Estado, el resto van por otra senda Ni mejor, ni peor, otra.