Alegría a raudales entre los aficionados culés por los fichajes que estaba realizando la directiva con Joan Laporta a la cabeza. Habían activado “palancas financieras” (que es lo mismo que decir que habían cedido patrimonio e ingresos) para poder salir de la ruina económica en la que se encuentra el FC Barcelona. Más de 500 millones de euros cediendo temporalmente parte de los derechos televisivos y 100 millones más vendiendo patrimonio audiovisual que, parece, no van a servir para poder inscribir a los jugadores fichados.
El Barça tenía que ingresar casi seiscientos millones para cuadrar cuentas y no acabar en una conversión a SAD. El cambalache financiero permitía no tener que dedicar ese dinero a pagar deuda efectiva. Ya se había acordado con una gran entidad financiera dilatar en el tiempo la deuda pero pignorando los derechos audiovisuales. De ahí que hayan debido abonar 100 millones en líquido para cancelar deuda y poder “ceder-vender” derechos. Porque en el Barça todo está sustentado en los derechos audiovisuales y el patrimonio Camp Nou, mini Estadi y Palau.
Laporta y sus amigos se han liado a comprar jugadores, pagando lo que no está escrito y en efectivo, con la única intención de obtener resultados deportivos de inmediato. Esto es, ganar alguna liga, copa o supercopa en España y llegar lo más lejos posible en Champions (ya si se gana se coronan). Resultados deportivos para aumentar los ingresos extraordinarios y llenar el campo, a ser posible con seguidores del propio equipo y no del contrario. Un riesgo que corren y que hipoteca (como se verá) el futuro deportivo más de lo que han contado.
Esos ingresos los querían computar con plusvalías y La Liga le ha dicho que no. Que son 500 y pico millones y ya. Que si quiere inscribir jugadores tiene que aligerar la plantilla y reducir salarios porque el límite salarial sube pero no tanto. A día de hoy el Barça podría inscribir a los jugadores que han llegado libres (Kessie y Christensen), al renovado Dembélé y ya. Y siempre y cuando salgan unos cuantos jugadores. Porque el Barça, entre unas cosas y otras, tiene 33 fichas donde sólo caben 25 como máximo (sin contar canteranos).
Y aquí Laporta ha comenzado a palidecer. En La Liga no han querido tragar con las plusvalías y le han dicho al Barça que hace falta aligerar y más dinero. Por el dinero Laporta cuenta con 100 ó 200 millones más posibles. Ahora bien no logra colocar a ningún jugador con suficiente peso para hacer hueco. A Braithwaite le han ofrecido la carta de libertad y una compensación y no ha querido. Tienen la opción de darle de baja a las bravas sin peligro de asegurarle el contrato pues ya han pasado los dos años asegurados por el reglamento FIFA. Pero lo que hacen con otros jugadores es un acoso lamentable.
A Frenkie de Jong le derivaron bonus y parte del salario a esta temporada, en la que se esperaba que aumentasen los ingresos, pero le quieren vender sin pagarle el dinero que le deben en realidad. El jugador, para ayudar en lo posible al club, aceptó reducir su ficha y mandar parte del salario y los bonus a esta temporada y Laporta quiere dejarle sin su dinero. Así, como suena. Sin su dinero. Unos 14 millones de euros que cualquiera de ustedes no perdonarían. No están diciendo la verdad desde el club para malmeter contra el jugador y poder salir a quejarse y llorar como en los tiempos de Núñez y el “ay, ay, ay”. Lo mismo han hecho con otros, en menor cantidad, a los que quieren vender sin pasar por caja.
Evidentemente, Laporta va por la calle fardando de fajo de billetes y los jugadores que tienen contrato le han tomado la matrícula. ¡Ah! ¿Resulta que sí hay dinero? A pagar. Nadie en el mundo es tan idiota para perder dinero de forma voluntaria. Y sin estas salidas no hay inscripciones. Lo normal es que comience La Liga y más de tres jugadores no puedan ser inscritos (si es que puede alguno más) por muchas palancas que coloquen. Entre otras cosas porque Javier Tebas no es tan tonto como parece.
Todo el dinero extraordinario que ingresa el Barça hoy, no es seguro que lo haga mañana. ¿Qué sucede con esto? Los cálculos del límite salarial y financiero permiten ampliar (abrir la mano) pero no hasta el punto en que le gustaría a Laporta, sino el que se corresponde con la realidad financiera del año que viene. Esto es, el Barça tendrá en realidad menos ingresos a priori y por lo tanto no se puede permitir todos los salarios que quieran. Les toca vender a diez jugadores antes de una semana para inscribir a todos los fichajes para comenzar La Liga ¿lo conseguirán? Apuesten a que no. Ya no hay tantas risas en Can Barça.