Ahora está la masa rojiblanca feliz por la vuelta del escudo real del Atlético de Madrid. Mediante un referéndum, en el que se movieron los socios como nunca, se torció el brazo de Miguel Ángel Gil para la eliminación del infausto logo. Al menos lo han reconocido con el video que han subido a redes sociales. Se ríen de sí mismos, algo que no es malo, y reconocen, a regañadientes, el error. Lo siguiente sería que apretasen a Nike para que las camisetas, especialmente las segundas y terceras equipaciones, no fuesen unos adefesios o pijamas gafes.
Pero todo esto, si lo piensan detenidamente, podría no haber sucedido. Han sido muchos años de rechazo del logo y de quejas de la afición, mientras Gil miraba hacia otro lado. Las cosas no iban mal, deportivamente, y sacaba los títulos y los triunfos por delante para acallar a las voces críticas. Ahora bien ¿por qué la directiva acabó aceptando el referéndum cuando no lo había hecho con antelación habiendo la misma presión social (solo hay que recordar cómo se vendió la camiseta roja con el escudo)? Por la crisis deportiva.
El año pasado, justo cuando Gil acepta dar el paso de consultar entre los socios la vuelta del escudo, el equipo había quedado eliminado de Champions y sin posibilidad de entrar en la Europa League. En Liga iba dando tumbos y parecía que no alcanzaría el mínimo del cuarto puesto para entrar en la Liga de Campeones del año siguiente. Además, estaba el truco para evitar pagar a Joan Laporta que mantenía al marido de Érica jugando solo media hora. El fracaso deportivo se vislumbraba en lontananza y, como provocaba silbidos en el Metropolitano, no les quedó otra al dúo prescrito que salir por peteneras, una vez más. No perdían mucho porque las ventas tampoco eran exageradas y al final podrían revertir el error en su favor (como han hecho ahora con el video).
Lanzaron el referéndum, lo perdieron pero difuminaron las críticas deportivas. Los socios se batieron el cobre para conseguir los votos necesarios, el equipo mejoró y se olvidó todo. Hasta este año que han vuelto a verle las orejas al lobo y salen en estampida a fichar lo que se pueda (con billetes del monopoly poco porque suelen querer cobrar en euros). Nueva estratagema para salir bien librados hasta que puedan vender, con toda la infraestructura deportivo-lucrativa construida, y sacar las mayores plusvalías de la historia. Porque lo que les da miedo es que se devalúe todo cuando están tocando con las puntas de los dedos los millones de euros que les vienen.
Si el equipo se hubiese clasificado para Champions y hubiese peleado la liga al Barça, es muy probable que no hubiese habido vuelta del escudo. Como ya sabían los griegos, hubo un encuentro entre distintos elementos (cabreo de la masa social, crisis deportiva, pérdida de ingresos…) que permitieron el acontecimiento del referéndum. Esto no quita mérito a la lucha de los socios aunque es obvio que de ir bien las cosas Gil hubiese hecho lo que venía haciendo, dar vueltas a la M-40 sin pensar en cambios.