Si no fuera porque Javier Tebas echa una mano y porque el FC Barcelona es una bestialidad global, el futuro del club blaugrana sería muy distinto. Posiblemente cercano a la liquidación o, cuando menos, presto a la conversión en Sociedad Anónima Deportiva (algo no descartable). La ruina económica de los últimos veinte años, por los gastos y por la falta de ingresos suficientes, tiene atrapado al club en una situación mala, horrorosa, inestable, terrible… pese a que lo niegue su presidente: Joan Lapota.

El FC Barcelona es un verdadero club deportivo con más secciones, existosas en muchos casos, de España, pero que en muchas ocasiones viven de lo que produce el equipo masculino de fútbol. Su Némesis tan solo mantiene un equipo de baloncesto (o de fútbol con las manos como piensan sus seguidores) y otro de fútbol femenino, ambos ruinosos, con más gastos que ingresos, pero los ingresos del fútbol masculino sirven para cubrir esos gastos excesivos y que se note menos la copiosa deuda de casi dos mil millones de euros. No están tan saneados como parecen, gracias a la ingeniería financiera, pero se pueden sostener, el Barça no. Pese a que lo niegie su presidente.

Sí porque Laporta, desde que dijo que podría renovar a Messi, no ha hecho más que engañar a todos y cada uno de los culés. La liga obtenida bajo Xavi Hernández ocultó muchas carencias deportivas y financieras y, vista con el tiempo, se puede calificar casi de milagrosa. Salvo que la pelotita diga lo contrario, que nunca se sabe aunque ya Real Madrid TV y el CTA sabrán qué hacer (más este año que aparece amenazante el Atlético de Madrid), el club blaugrana tiene difícil competir la liga y, seguramente, la Champions.

La Masía está proveyendo de una generación de juveniles que tienen muy buena pinta, pero en los momentos delicados y en una temporada de más de 50 partidos habrá que ver. No es un mal clavo al que agarrarse pero está en el punto cercano a la fundición total. Lo demás es un gran teatro montado por Laporta y su entorno (se dice que el cuñado y otros mandan más que el resto de directivo y, además, hacen caja personal) para tener engañado al culé. Dani Olmo no puede ser inscrito; hay que dejar que salga gratis Gündogan porque no se puede pagar su sueldo; se desea engañar a Frenkie de Jong para que se vaya y pierda dinero (el dinero que se le difirió durante la pandemia); ha habido que hacer trucos de magia (los diez millones de la empresa de catering) para inscribir a Martínez para que no se fuese gratis; y todavía vende que esto remontará.

Las obras del Camp Nou, que parecen más envidia con otros que necesidad real, no cuentan para lo futbolístico, pero no dejan de ser un lastre para el club. Empero Laporta cuenta, y los medios nacionalbarcelonistas replican con todo detalle, que gracias al estadio llegará el maná de los dioses. Ha debido ver que Florentino Pérez tiene engañados a todos los madridistas y con los conciertos ya se ha pagado el sueldo de Mbappé y piensa colarles lo mismo al barcelonismo. Y no, las cosas no son así.

Lo más gracioso es que filtren que van a ir a por el milanista Leão o cualquier otro jugador de cierta calidad. Con suerte podrían fichar a Seão, el primo del anterior que juega en la segunda portuguesa. Porque esto no se trata de llegar a acuerdos con unos u otros por jugadores, sino de inscribirlos y tener margen financiero y salarial para inscribirlos. Dicen que con un aval de la directiva se podría inscribir a alguno, sí, pero deben liberar el aval del año anterior, algo que a día de hoy no han logrado y por ello Tebas está siendo un poco menos amable con el Barça. Si no llegan ventas grandes o ingresos reales, Laporta no puede inscribir a nadie salvo que recurra a la justicia y le hagan caso. Está engañando a todos los culés, algunos de los cuales echan de menos a Nuñez… y a Gaspar podrían añadir. La herencia del pequeñajo vasco es lo que está salvando a todos hasta ahora.

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