Al fin tiene el nacionalmadridismo lo que quería. Un mal resultado de la selección española que habrá sido disfrutado cual cochino en barro fresco por muchos. Los teleñecos de la noche, los adulteradores de la COPE y los demás programas berrearán contra Luis Enrique. Un partido pésimo donde no se ha sabido jugar ante un equipo que había echado el cerrojo y estaba a la caza de algún contragolpe. Pero segundos de grupo, que al final era lo que se anhelaba, y a seguir pasando rondas.
Mientras berrea, el nacionalmadridismo ya está buscando jugadores blancos o que hayan pasado por el equipo blanco para ir con esa selección. No es nuevo esto pues ya se puso en práctica durante la última Eurocopa. Si allí todos estos mufas llevaron a la selección hasta semifinales, no sería de extrañar que en esta ocasión consigan casi lo mismo.
Ahí tienen a Gargamel diciendo que él va con Brasil mientras se ajusta la pulsera con la bandera de España en la muñeca y acude a la radio a dar lecciones de patriotismo. Los teleñecos de la noche casi no empiezan el programa de todo lo que estaban salivando de placer, pero ya tienen equipos con los que ir contra España. Porque, aunque no lo digan abiertamente, van con España y apoyarán a cualquier equipo donde haya un madridista. Y la verdad es que si todo se diese bien tendrían madridistas hasta la final.
Evitada la Croacia de Modric, ahora llega la Marruecos de Achraf Hakimi, defensor del PSG pero que fue “canterano” blanco y jugó algunos minutillos con el primer equipo. De vencer a la selección marroquí, podría llegar la Portugal de Cristiano Ronaldo y de Pepe. Si se superase esa fase habría que enfrentar a la Francia de Tchouameni y Camavinga (con Benzemá en la reserva). Y si se hiciese la machada podría haber una final contra la Brasil de Militao, Vinicius, Casemiro y Rodrygo.
Y como el nacionalmadridismo nunca pierde tienen la opción de afirmar que ha perdido la Marruecos de Bono (excanterano del Atlético de Madrid y en el Sevilla), la Portugal de João Félix y la Francia de Griezmann. Que Morata sea el máximo goleador de la selección española les fastidia por lo que rezan para que deje de meter goles y todos los que pudiesen venir sean de Carvajal y Asensio. Hasta el martes tienen tiempo de sobra para animar revisar todas las plantillas y buscar canteranos madridistas donde haga falta. Luis Enrique se frota las manos con tanto gafe como hay suelto en los medios.