El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, sí quiere que los turistas lleguen a Andalucía. Pero no sólo quiere que lleguen sino que aprovechen para disfrutar de la variedad gastronómica que tiene la región. Por ello ha valorado la capacidad de la gastronomía andaluza para atraer a la comunidad autónoma a alrededor de 650.000 turistas al año.
Partiendo de este dato, el consejero ha comenzado la acción promocional promovida por el Gobierno andaluz en las playas de Vera (Almería), donde ha destacado la calidad y la excelencia de los productos agroalimentarios y pesqueros y de la cultura culinaria como una “parte trascendental” de la oferta turística de la región. No en vano, como ha apuntado, el 40% del gasto de los visitantes tiene como destino la restauración.
Sánchez Haro ha subrayado, en este sentido, la importancia del enoturismo y el turismo gastronómico, que, desde su óptica, no solo “ensalzan las bondades de los alimentos y bebidas del campo y el mar andaluces, sino también su contexto histórico y un marco geográfico “inmejorable”. Las personas que llegan a Andalucía “busca y encuentra las particularidades locales y disfruta de ellas”, ha apostillado el consejero. También ha incidido en la importancia del desafío que “tenemos por delante a través de las denominaciones de origen protegidas (DOP) o las indicaciones geográficas protegidas (IGP)”.
El turista, en palabras del titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, “quiere degustar nuestros productos, conocer el proceso de producción y contemplar el patrimonio cultural y culinario de los lugares que visita”, algo que, ha concluido, emerge como una “gran oportunidad que hemos de aprovechar desde nuestras figuras de calidad, con proyectos e innovación”. Para Sánchez Haro, la posibilidad de ver, por ejemplo, una vendimia o una subasta de pescado, comprobar cómo se marisquea o adentrarse en la elaboración del aceite de oliva aporta valor añadido al turismo de Andalucía.