Ayer, ante los ojos de miles de personas, Pedro Aunión sufría un accidente que le costaba la vida. Un especialista en danza acrobática, con años de experiencia, se precipitaba al vacío ante la mirada incrédula de los que acudieron al Festival madrileño MadCool.
Pedro había montado un espectáculo, que ya había hecho en ocasiones anteriores, en el que, al ritmo de Purple rain de Prince, hacía posturas imposibles en el interior de una caja transparente, amarrado de un arnés, para después descolgarse y sobrevolar al público que estaba esperando a que comenzase el concierto de la mítica banda Green Day.
Según parece, el arnés no funcionó (se desconoce aún al detalle lo sucedido), y Pedro cayó al vacío desde unos cuarenta metros de altura. Es comprensible que en un primer momento mucha gente no se percatase de lo sucedido, incluso algunos pudieran pensar que formaba parte de la sorprendente puesta en escena del artista. Aunque lo cierto es que cuando llegó la ambulancia no cabía lugar a dudas: algo había fallado y el espectáculo se había convertido en una tragedia.
El incidente fue filmado en riguroso directo y retransmitido en las pantallas gigantes que había a ambos lados del escenario. Incluso, la cámara siguió grabando cuando Pedro estaba ya en el suelo. Un detalle que ha sido muy criticado por los asistentes.
Fueron 45 minutos de espera hasta que Green Day saliera a escena. Mientras tanto, algunas personas, que sí habían sido conscientes de lo sucedido, decidieron marcharse del recinto. Lógicamente, no tenían ánimo para estar de fiesta. Otras tantas se quedaron: bien porque no se percataron de lo que sucedió, bien porque aunque pudieran imaginarlo, NADIE salió inmediatamente a dar una explicación. De hecho, Green Day dijo no haber sabido nada de lo sucedido hasta que no acabó su concierto. Por lo tanto, habría que plantearse por qué la organización del festival consideró que era mejor actuar como si nada hubiese pasado, y sacar este comunicado horas después.
Como se puede observar, este escrito carece de la más mínima sensibilidad, del más mínimo respeto hacia una persona que acababa de perder la vida trabajando en el festival. El artista tenía un nombre, para empezar. Y además, ante semejante situación, lo humano, lo lógico y lo que cabría esperar de alguien con un mínimo de dignidad es suspender inmediatamente el festival. Una decisión que CUALQUIERA habría entendido y valorado positivamente. Lo contrario, señores organizadores del MadCool, no se entiende.
Sí, ustedes pueden decir que «por cuestiones de seguridad» no era apropiado suspender en ese momento las actuaciones. Claro, podría interpretarse que la gente entrase en pánico, corriera como loca por todas partes y se produjeran avalanchas y demás. Eso es lo que ustedes quieren dar a entender. Pero sinceramente: si alguien de la organización del festival hubiera salido a escena, a explicar lo sucedido, a lamentar EN ESE PRECISO INSTANTE LO OCURRIDO, a trasladar a los asistentes la información disponible, y de paso, proceder a invitar a la evacuación del recinto de manera tranquila y pausada, habría sido una sabia (y lógica) decisión.
Solamente ha habido una banda, Slowdive, que por propia iniciativa, ayer dijo que no consideraban apropiado tocar en el Festival. Un comportamiento humano. Sin duda. Green Day se excusó diciendo que no lo sabía. Pero sinceramente, ¿qué ocurre con todos los demás?
Un plantón en toda regla es lo que se merece este festival. Hay cosas mucho más importantes que hacer caja. Y no, el show no debe continuar en todas las circunstancias.
Decía la hermana de Pedro ayer que su hermano había fallecido haciendo lo que más le gustaba hacer. Y es que este artista llevaba toda su vida preparándose, formándose, siendo un excelente bailarín, especializado en las acrobacias, y emprendedor, pues había formado su propio proyecto con el que estaba ofreciendo espectáculos realmente innovadores.
Años entre arneses, entrenando, estudiando y dando siempre la mejor de sus sonrisas. Cuentan sus amigos que Aunión era metódico, muy trabajador, con una enorme fuerza de voluntad y un rigor absoluto por el trabajo bien hecho. Cariñoso, sensible, y con una sonrisa llena de luz. Así le queremos recordar. Un abrazo sincero a familia y amigos.