La nota que trasmitió el National Counterterrorism Center (NCTC) (Centro Nacional Antiterrorista, en español) –no la CIA, como se ha dicho-, lleva fecha del 15 de mayo de este año por lo que se puede aceptar sin discusión alguna su plena vigencia respecto del atentado mediante arrollamiento de personas producido en las Ramblas en la tarde el pasado 17 de agosto.
Es conveniente tener en cuenta que el NCTC se crea tras los atentados del 11-S de 2001, precisamente tras analizar lo sucedido y detectar fallos de enorme relevancia, sobre todo en lo tocante a información que no fue analizada o considerada suficientemente y a tiempo. Es decir, su función es analizar la información recibida, atribuirle una valoración y analizarla para evitar la acción criminal. No perseguir el crimen.
La certeza de que la nota citada fue enviada desde Estados Unidos a los Mossos la han corroborado tanto el órgano policial catalán como sus mandos políticos e incluso se chequeó su recepción con los cuerpos y fuerzas estatales, Policía Nacional y Guardia Civil.
Y hay otro dato que cobra autoridad por sí mismo: “ataque terrorista durante el verano contra sitios turísticos en Barcelona, España, específicamente calle Rambla”. Los desgraciados hechos del 17-A confirman todo lo que en la nota se apuntaba: verano, Barcelona, sitios turísticos y, “específicamente”, Las Ramblas.
Desde la jefatura de los Mossos se defiende que es mucha la información que les llega, que no toda es real, -afortunadamente-, y que desde el Estado nadie les avisó de nada. En cuanto a lo primero, precisamente el trabajo policial en éste área es revisar lo que llega, separar lo que no interesa y analizar lo elegido. Y aún así, cientos de casos fallidos pero, “entre col y col…”. Evidentemente todo parece indicar que la información del NCTC no mereció pasar a la bandeja de “analizar”.
Sí afirman desde la policía autonómica catalana que se destinaba a Las Ramblas en los días atentado el 11% de los efectivos disponibles para este tipo de servicio y que esa vía mide 1,2 kilómetros. Pero también es un hecho cierto que la furgoneta que conducía el 17 de agosto el terrorista Younes Abouyaaqoub recorrió 500 metros matando e hiriendo a personas sin que fuera abatido por policías.
¿Un contraste con especialistas de la Policía Nacional, Guardia Civil, CNI hubiera podido categorizar el contenido la nota? Nunca lo sabremos y es una incógnita que en forma de pertinaz guijarro no quiere abandonar el zapato de algunos responsables profesionales y políticos de la seguridad de Cataluña. Pero si es posible que no hubiera sido un pérdida de tiempo y, a su vez, es de suponer que otorgaría sosiego a los policías encargados de esa función, algo que a veces se encuentra ausente en el desempeño de esas responsabilidades por lo ingente y complicado de su tarea.
Del 17 de agosto han quedado, hasta el momento actual, 16 muertos y casi un centenar de heridos además de mentiras arriesgadas y torpes y homenajes precipitados.
Mentiras arriesgadas y torpes las de Carles Puigdemont, Joaquim Forn y Josep Lluis Trapero, negando todos ellos y por separado haber recibido la nota del NCTC, para después aceptar que si.
En cuanto a las víctimas y sus familiares, que son los primeros en haber sufrido la acción criminal terrorista, éstos requieren que las informaciones que les afectan sean tratadas con rigor y exactitud. Pero siempre una información que sea tratada por los medios, porque las víctimas lo merecen. Y también para rechazar que el caso de la nota proveniente de los Estados Unidos, y la gravedad de su contenido, se quiera disolver desde las altas instancias catalanas con el falaz y grosero argumento de que se trata de un ataque de no sé quién contra Catalunya y, de paso, ventilar las mentiras así como los errores cometidos, como el de Cambrils. Por cierto, extremo esfuerzo el empleado para atacar a El Periódico que cumplió triplemente su función periodística. A ellos nuestra solidaridad y afecto.
Si se quiere jugar en el primer nivel no solo hay que tener un equipo capaz de ello, también se exige una cierta actitud y comportamiento.