Cuando el ex gobernador del Banco de España, Luis María Linde, compareció ante la Comisión de Investigación sobre la Crisis Financiera del Congreso de los Diputados el pasado mes de abril no se esperaba que los diputados le preguntaran sobre la polémica venta de la Torre Foster-Cepsa por 397,9 millones de euros, una gran operación urbanística con dinero público bajo sospecha de blanqueo de capitales. Los peritos de Linde elaboraron un informe que tardó más de un año en llegar a los inspectores del Sepblac (la unidad de inteligencia financiera de España que controla el blanqueo de capitales), de ahí que los diputados de Podemos y Ciudadanos aprovecharan el paso del gobernador por la Comisión parlamentaria para aplicarle el tercer grado a cuenta de este caso.
Durante su comparecencia, el exgobernador hizo algunas declaraciones que extrañaron a los diputados de Podemos y Ciudadanos, que lo sometieron a un duro interrogatorio en el que llegaron a insinuar que el informe para el Sepblac fue metido en un cajón con toda la intención para ralentizar la investigación. Linde se vio un tanto acorralado por las preguntas de sus señorías y llegó a reconocer que el famoso informe de los peritos del Banco de España fue facilitado a Bankia –la empresa que estaba siendo investigada por vender la Torre Foster a Khadem Al Qubaisi, ex presidente de Cepsa–, antes de ser remitido al Sepblac. “Aquí puedo decir sencillamente que ese expediente ni ha estado guardado ni ha estado encerrado. Eso son invenciones”, aseguró Linde, que acto seguido admitió que el Banco de España hizo llegar el dosier a Bankia a pesar de que la entidad financiera era parte investigada por blanqueo de capitales. “Existía ese expediente y hubo un momento en que Bankia solicitó al Banco de España quién tenía acceso a esos datos. Nuestros servicios jurídicos deciden que, sin la menor duda, en aplicación de la Ley de Procedimiento Administrativo, hay que darle lo que contiene ese informe”, confesó el exgobernador.
Por tanto, en palabras del propio Linde ante los diputados de la Comisión por los desmanes de la crisis, “Bankia tuvo acceso a ese informe y como consecuencia de ese acceso Bankia aportó nuevos datos e informaciones. Entonces hubo que ampliar la inspección y eso llevó su tiempo, es un tema complejo que ha llevado tiempo…” La versión del ex gobernador del Banco de España resulta altamente cuestionable, ya que se antoja un tanto extraño que un organismo fiscalizador facilite información por adelantado a una entidad que está sometida a una investigación por delitos muy graves como el blanqueo de capitales. No obstante, así lo admitió el máximo responsable del Banco de España, según consta en el Diario de Sesiones del Congreso. Linde explicó además que una vez que se terminó con la ampliación de las pesquisas, tras remitir el dosier a Bankia, este fue enviado a Copblac (la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales). “Ahora es asunto de Copblac, no es asunto del Banco de España. El Banco de España en eso ya no tiene ninguna responsabilidad. Lo ha enviado a la Copblac y la Copblac tomará las decisiones que estime oportunas al respecto. Es todo lo que puedo decir”, concluyó el exgobernador.
Las explicaciones de Linde no resultaron suficientes para los portavoces de los dos grupos parlamentarios que le habían pedido aclaraciones sobre la venta de la Torre Foster-Cepsa, por lo que en el turno de réplica volvieron a plantear diversas cuestiones. Así, Francisco de la Torre, de Ciudadanos, mostró su sorpresa porque el Banco de España hubiera remitido el informe “a la entidad sobre la que se tienen sospechas de blanqueo”, mientras que Alberto Montero, de Podemos, criticó que el dosier con la información sensible del caso tardara un año y dos meses en ser remitido a los inspectores del Sepblac.
La historia del edificio Foster-Cepsa se remonta a septiembre del año 2016, cuando Bankia vendió la torre a Khadem Al Qubaisi, ex presidente de Cepsa. La venta costó 397,9 millones de euros, e inmediatamente después el empresario de Abu Dabi la transfirió al industrial Amancio Ortega, propietario de Inditex, por unos 90 millones más, según informaciones del diario digital Vozpopuli. Finalmente el escándalo terminó en una denuncia en los tribunales por prevaricación contra la anterior cúpula del Banco de España, pero hace solo unos días el fiscal decidió archivarla por falta de pruebas.