Miguel Blesa nunca ocultó su pasión por la caza. Tanto es así que existen fotos suyas de todas las clases posando sonriente junto a piezas obtenidas en los lugares más insólitos del planeta mientras la entidad financiera que presidía en España hacía aguas por doquier y nadie se enteraba supuestamente de la debacle. Esta pasión es la que también lo ha llevado a la muerte, pese a ser un experto y dilatado cazador a rececho, modalidad cinegética en la que el aficionado va a pie en busca de la pieza seleccionada para su trofeo sin desmayo hasta cazarla o al menos intentarlo durante toda una jornada de cacería.
Podía haber optado por otras modalidades supuestamente más cómodas como la denominada cacería al aguardo o a la espera, que es aquella variante en la que se espera al animal en un lugar determinado a sorteo entre los participantes. Pero al aguardo sólo se puede cazar al amanecer o al anochecer y sólo cazar jabalíes. Por ello elegía a rececho, porque podía permitirse estar todo el día detrás de su pieza hasta que las fuerzas flaquearan.
Blesa, que el próximo 8 de agosto cumpliría 70 años, el hombre que un día creyó tenerlo todo y dejó de tenerlo de un plumazo por ansiar demasiado ajeno a lo suyo como demuestra la sentencia judicial de las denominadas tarjetas black de Caja Madrid que lo ha condenado a seis años de prisión, ha fallecido este miércoles por la mañana presuntamente por un tiro accidental en el pecho con un rifle de caza, según fuentes policiales, que no descartan ninguna hipótesis hasta conocer los resultados definitivos de la autopsia, aunque la línea de investigación más probable es la de muerte accidental o suicidio.
El ex financiero condenado por apropiación indebida disfrutaba de los mejores sitios para cazar gracias a su notoriedad pública
El ex banquero y financiero nacido en Linares (Jaén), de carácter arrogante, altivo y chulesco, según afirman algunos que lo conocían en primera persona, acababa de llegar horas antes a la finca cordobesa Puerta del Toro, en Villanueva del Rey, para disfrutar de unos días de caza junto a unos amigos.
Puerta del Toro, que no es de su propiedad, era el lugar al que Blesa solía acudir periódicamente junto a sus amigos para cazar. A las ocho de la mañana de este miércoles, en la cochera de la finca fue hallado su cuerpo sin vida con un tiro en el pecho. El ex banquero decidió levantarse de la mesa cuando desayunaba y le dijo a sus amigos que iba a mover el vehículo. Nadie oyó el disparo. El juez encargado del caso ordenó el levantamiento del cadáver a las 12 horas, unas cuatro horas después del disparo fatídico.
Sólo tres personas se encontraban en la finca cordobesa junto a Blesa: Rafael Alcaide, gestor de la hacienda y amigo personal de Blesa, así como un trabajador y el guarda de Puerta del Toro.
Un cazador de esta finca consultado por el diario Córdoba asegura que el ex presidente de la extinta Caja Madrid, que después pasaría a manos de la quebrada Bankia, era tratado a cuerpo de rey en la hacienda cordobesa. Cazaba siempre a rececho y en los mejores sitios, de ahí que no parasen de incrementarse sus trofeos cinegéticos.
El administrador de la finca, José Romero, amigo personal de Blesa y uno de los pocos amigos que lo acompañaban en la finca en el momento de ocurrir los hechos, cuidaba personalmente de todos los detalles para que a Blesa no le faltara de nada durante su estancia de cacería en la finca de Córdoba. Supuestamente, ninguno de los acompañantes del ex presidente de Caja Madrid oyó el disparo que acabó con la vida de Blesa.
El fallecido era amigo personal de la infancia del ex presidente del Gobierno José María Aznar y se encontraba en libertad después de que en marzo pasado eludira la prisión, hasta que se haga firme la sentencia del caso de las tarjetas black, que lo ha condenado a seis años de cárcel.
Blesa pasó de ganar en su momento tres millones de euros anuales cuando dirigía la extinta Caja Madrid a no tener “un euro” y reconocer que se veía obligado a hacerse personalmente todas las labores “de la casa” al tener todo su patrimonio embargado por la justicia debido a las causas judiciales que tenía pendientes relacionadas con la corrupción.
En estas fechas veraniegas se permite la caza mayor solo con autorización previa, así como el descaste de conejos por daños a la agricultura.